Psicología
Inicio General El Burócrata

El Burócrata

Publicado por Malena

El Burócrata

También las sociedades democráticas son burocráticas.

Desde el punto de vista etimológico burocracia significa “gobierno de escritorio u oficina”. Se refiere al poder, considerado excesivo, que confiere a los empleados de oficina el cumplimiento estricto de interminables trámites, según las reglamentaciones dentro del ámbito de empresas estatales, de la política, los sindicatos, las grandes corporaciones o las instituciones culturales.

Se define como una categoría social que forman los empleados públicos del Estado, o los que desempeñan funciones similares de organización y de gestión en otras unidades colectivas de carácter político, económico, cultural, etc.

También se denomina burocracia al conjunto permanente de políticos de un país con un regimen comunista, y a los altos funcionarios y técnicos de primer rango que asumen el poder en las sociedades socialistas contemporáneas.

Por un lado la burocracia parece cumplir con una función de interés colectivo con un modo de organización que exige la máxima racionalidad en su gestión; pero por otro parece ser un fenómeno de las sociedades industriales de masa, cualquiera sea su ideología, con el objetivo de ejercer control sobre los habitantes, amenazando extenderse y conquistar nuevos sectores de la vida social.

Actualmente ya se habla de un proceso global de burocratización del mundo, debido al surgimiento de corporaciones cada vez más grandes que les dan un poder a los administradores, igual al que les daría la posesión de un capital privado.

En este momento se puede considerar a la burocracia una nueva clase social mundial.

El burócrata nace de esa nueva forma de control social típicas de la civilización industrial y también del propósito de desempeñar un papel decisivo en la dinámica social.

El burócrata se basa en la observación racional, objetiva e impersonal de los estatutos de la empresa y de los papeles que deben desempeñar los individuos activos en la misma, sus derechos, sus deberes, las jerarquías y las carreras posibles.

Un burócrata funciona con un apego excesivo a la letra de los reglamentos y por el espíritu de rutina que son los pilares que ofrecen resistencia a todo cambio.

Para algunos sociólogos un burócrata es el producto de una sociedad dominada por el miedo: a la pérdida del trabajo, a las relaciones sociales cara a cara, a derivar los problemas a los superiores que no se conocen.

El burócrata es eminentemente un personaje pasivo, despersonalizado e irresponsable cuya labor se limita a calentar su silla y a favorecer a los altos burócratas.

Se puede considerar al burócrata como el producto de una degeneración del poder político de las organizaciones, para imponer el predominio de los métodos burocráticos para permitir a las jerarquías conseguir poder colectivo.

La personalidad burócrata está alienada en un rol que no le permite ser persona. Su vida laboral se limita a realizar procedimientos impersonales y uniformes y funciona como un ente al que incluso se le suele asignar un número. Se lo reconoce por el cumplimiento de las normas administrativas y su éxito en la dominación legalista más que por sus dotes personales, su lealtad personal o por su individualidad.

Para no ser un burócrata todo trabajador tiene que comprometerse en su rol laboral. Si no hay compromiso personal se pierde la oportunidad de realizar un trabajo personalizado. Comprometerse implica utilizar el propio discernimiento para tomar decisiones propias a su alcance, que evite la excesiva demora de los trámites y le otorgue eficacia a su gestión.