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La Enfermedad Mental

Publicado por Malena

La Enfermedad Mental

Es difícil ser cuerdo en una ciudad moderna, donde cada uno quiere ser, el rey de la selva.

La medicina ha tenido que renunciar a considerar a la enfermedad mental solamente como una alteración orgánica o funcional y ha tenido que aceptar que se trata también de una patología de la vida psíquica, que amenaza la condición humana del hombre, su relación con los demás y su derecho a su participación constructiva en el mundo.

Los descubrimientos fundamentales de la estructura del inconsciente revolucionaron la psiquiatría clásica con la interpretación más dinámica de los cuadros clínicos.

Por otra parte la importancia de los factores sociales y ambientales (historia del individuo, relaciones con el grupo familiar y el medio cultural, reacción a las situaciones, etc.), han modificado notablemente las estrategias para encarar los tratamientos de los pacientes.

La asistencia también ha experimentado un gran cambio, que desde la concepción del asilo como lugar en donde eran encerradas los considerados alienados fatales, se ha pasado a la del hospital psiquiátrico o al hospital de día, o a los servicios de cura libre, destinados al cuidado de las enfermedades cuya evolución es curable con más frecuencia de lo que se creía.

Se considera en la actualidad más el enfermo que la enfermedad, dado la variedad de manifestaciones que puede llegar a presentar una misma patología.

Actualmente las enfermedades mentales se han convertido en la patología no contagiosa más extendida en el mundo que a la vez incrementan el riesgo de padecer trastornos cardíacos y diabetes.

Estas son las conclusiones de un informe publicado el tres de setiembre de este año en la revista científica británica Te Lancet.

El noventa por ciento de las 800.000 personas que cada año se suicidan en todo el mundo, presenta algún trastorno neuropsiquiátrico.

Existe escasez de recursos para los trastornos mentales a nivel mundial, desigualdad en el acceso a la atención especializada e ineficiencia en el uso de las diferentes terapias existentes.

Más que tecnología se necesitan buenos profesionales que se comprometan con su trabajo tratando de evitar la discriminación de los pacientes e intentando modificar los prejuicios de esta cultura hacia la enfermedad mental.

Está comprobando que la pobreza y la falta de educación son precisamente dos de los factores más importantes que predisponen a los desórdenes mentales, por lo que es necesario atender a estas necesidades para evitar un incremento de estas patologías.

El problema del enfermo mental es la contención. Con el correr de los años la relación con los familiares se desgasta y son virtualmente abandonados o alentados a huir de sus casas.

Las instituciones no aceptan internaciones prolongadas si el paciente tiene familia, pero la mayoría de las veces, éstas no se hacen cargo de esa responsabilidad y el enfermo se convierte en un pordiosero sin vivienda que vaga todo el día por las ciudades, viviendo de la caridad pública.

Si tienen una vivienda pero viven solos se convierten en la pesadilla de sus vecinos, porque no toman la medicación y sobreviven en un estado de total abandono, incapaces de bastarse a sí mismos y convirtiéndose en un factor de peligro potencial para el resto.

El descubrimiento de las drogas antipsicóticas marcó un cambio fundamental en el tratamiento de las enfermedades mentales pero este notable avance no fue acompañado de las medidas sociales necesarias y complementarias para abarcar de una manera totalizadora la problemática de estos pacientes.