La Psicología y la Homeopatía- Parte II
La Homeopatía y la Psicología son dos disciplinas estrictamente relacionadas, principalmente por considerar al hombre como una totalidad indivisible. Ambos conocimientos consideran a las emociones como la causa básica de las enfermedades que se manifiestan en primer término como desequilibrios afectivos, luego afectan la mente, posteriormente la conducta y por último el cuerpo.
Difiere de la medicina tradicional en que ésta considera que el mal es producido por un agente físico que hay que localizar mediante el análisis de cada una de las partes del cuerpo y una vez descubierto, destruirlo.
«Homeo» significa similar y «patía» afección o enfermedad; o sea “lo similar se cura con lo similar”. Los mismos síntomas que provoca una sustancia tóxica en una persona sana pueden ser curados por un remedio preparado con la misma sustancia tóxica.
Tanto la Homeopatía como el Psicoanálisis no resisten la aplicación del método científico, por lo tanto muchos científicos estrictamente académicos no la consideran una ciencia, aunque en todo el mundo se haya comprobado ampliamente su eficacia.
La única medicina es la que cura, nos dice la razón, todo lo demás son prejuicios o peor aún, intereses creados.
La homeopatía fue desarrollada por el médico Samuel Hahnemann (1755-1843). Para Hahnemann la enfermedad no es causada por ningún agente físico, sino por la falta de armonía con la “fuerza vital”.
La preparación consiste en una serie de diluciones seguidas de agitaciones que supuestamente logran transferir al agua la propiedad de la sustancia.
Se considera que cuanto más diluidos están los remedios homeopáticos más potentes son, llamando al proceso de dilución potenciación, siendo 12 el punto de partida típico para males agudos y 30 para males crónicos. Esto contrasta con la medicina tradicional alopática que sostiene que cuanto más activo esté presente el ingrediente en un medicamento más fuerte serán los efectos fisiológicos.
La medicina académica no puede aceptar que una sustancia pueda transmitir alguna información al agua, ya que en una preparación tan diluida no pueden quedar moléculas activas.
Pero las moléculas están formadas por átomos y éstos por partículas que son transformaciones de energía, o sea, básicamente ondas no materiales que podrían ser las portadoras de la información.
La teoría cuántica nos dice que las partes del sistema cuántico que han estado unidas alguna vez en el pasado retienen una conexión instantánea, incluso a gran distancia. Una vez que dos partículas han interactuado entre si permanecen ligadas de alguna manera como partes de un mismo sistema indivisible.
No obstante, los médicos homeopáticos dicen que conocer el mecanismo de la transformación del agua es irrelevante, porque lo más importante es que funciona.
No sólo se interesan por el resultado de los medicamentos sino también por las vidas cotidianas de sus pacientes e interpretan a un síntoma como la forma que tiene el cuerpo de combatir el mal y los remedios estimulan el sistema inmunitario colaborando con la curación.
En Gran Bretaña la homeopatía tiene amplio desarrollo, existiendo cinco hospitales homeopáticos que están integrados al Sistema Nacional de Salud británico. Inclusive la reina de Inglaterra tiene su propio médico homeopático.
En Francia se estima que al menos una quinta parte de la población se trata o ha sido tratada con remedios homeopáticos y en general en la mayor parte de Europa la homeopatía es respetada como una disciplina alternativa o complementaria, eficaz.
Investigaciones recientes indican que en ciertas situaciones cuanto más diluida está una sustancia las moléculas tienden a permanecer juntas; y un estudio publicado en 2003 asegura que el agua tiene lo que denominan “efecto fantasma”, comprobando que ciertas sustancias modifican la estructura del hidrógeno del agua después de realizarse una dilución intensiva.
En el libro “The Consumer´s Guide to Homeopathy se cita un estudio del año 1991 sobre medicina homeopática que realizaron durante 25 años tres profesores holandeses, que no eran homeópatas, quienes quedaron gratamente sorprendidos por la cantidad de resultados positivos, publicando dicha investigación en la revista British Medical Journal.
En 1988 un científico francés que trabajaba en el prestigioso instituto INSERM también afirmó haber descubierto que las diluciones altas de sustancias en el agua dejaban una “memoria” proveyendo así una base racional a la ley de los infinitesimales de la homeopatía.
Los remedios homeopáticos son más económicos que los medicamentos convencionales y su preparación menos costosa, por lo cual, de difundirse esta práctica, podría significar una amenaza para los laboratorios tradicionales que representan una de las industrias más prósperas del mundo.
