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Los Prejuicios

Publicado por Malena

Los Prejuicios

El hombre nace preprogramado con un bagaje genético que le permite aprender. Actualmente se reconoce que tiene distintos tipos de inteligencia, emocional, intelectual, intuitiva, práctica etc.

Una de las capacidades que se considera innata en los seres humanos es la capacidad de clasificación, que es una de las características de la inteligencia. Si a un niño pequeño le damos distintas piezas de distintos tamaños, colores y formas, tenderá a clasificarla de acuerdo a esas particularidades en forma espontánea.

Esta tendencia humana parecería inclinar también a los hombres a dividirse en grupos de acuerdo a rasgos específicos, como la vestimenta, el color de la piel, la religión, la edad, la raza, los idiomas, etc. La mente parecería estar organizada para fragmentar la diversidad natural del mundo.

La dinámica de los grupos nos muestra que sus miembros tienden a favorecer a los de su propio grupo y a rechazar a los pertenecientes a otro grupo. Sin embargo, la genética nos confirma que entre los humanos no existe ninguna diferencia biológica real sea cual sea su rasgo singular.

Desde este punto de vista se puede considerar que la tendencia a clasificar al mundo es la que ha dado origen al prejuicio, dado que una vez clasificado el humano según sus atributos son aceptados o rechazados.

Todos sabemos los sacrificios que hace la gente para pertenecer a un grupo, porque los miembros de un grupo discriminan a los que no reúnen los supuestos requisitos necesarios para pertenecer a él.

Los adolescentes forman grupos que son sectarios y tienen prejuicios, aunque su tendencia sea el altruismo y su omnipotencia los lleve a enarbolar la bandera de cualquier extremismo para salvar al mundo.

Entre ellos también se discriminan por distintos criterios de selección de acuerdo al modo de ser de cada grupo.

Los ancianos son segregados de los grupos más jóvenes porque no pueden seguir su propio ritmo, no comparten los mismos intereses ni valores, o simplemente los molestan con conversaciones pasadas de moda.

Los ricos tienen su propio grupo de gente de alto poder adquisitivo, los mendigos son solidarios entre ellos y desconfían de los que no pertenecen a su clase, y los delincuentes no admiten en sus grupos a ninguno que no haya demostrado antes ser como ellos.

Existe una intolerancia generalizada hacia el que es diferente difícil de cambiar porque en alguna medida es evidente que ya la traemos en nuestros genes

El prejuicio prioriza la idea sobre la realidad de los hechos, de las cosas y de las personas, y la idea domina la visión del mundo, que es color del cristal con que se mira.

Nos cuesta comprender el cruento rechazo de los inmigrantes ilegales en los países ricos, que muchas veces terminan sus vidas trágicamente sin haber concretado su intención de ser aceptado, pero es una cuestión que no distingue fronteras ni es privativo de algún país porque en todos los países ocurre el mismo fenómeno, el inmigrante ilegal es rechazado de plano por ser diferente.

A pesar de todo esto, tal vez nos pueda ser posible a los humanos algún día trascender esta inaceptable inclinación, que nos divide a todos.