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Neurosis Obsesiva

Publicado por Betina Ganim

Neurosis obsesEn la neurosis obsesiva se trata de la imposibilidad del desvanecimiento del sujeto, de la imposibilidad de la falta del Otro. El obsesivo no soporta la falta del Otro, y por lo tanto, su estrategias estará dedicada a mantener, a toda costa, otro completo, sin fallas.

En Freud tenemos el caso paradigmático de la neurosis obsesiva que conocemos como “El hombre de las ratas”, un texto que según Lacan tenemos que leer como la Biblia si queremos entender algo de lo que se trata la Obsesión.

Lacan plantea que el deseo del obsesivo es un deseo evanescente; y esto se debe a una dificultad en relación al Otro.

El deseo del obsesivo es un deseo fundamentalmente prohibido por el Otro. De este modo, en lo que hace a las relaciones amorosas tenemos esa vertiente del amor obsesivo que tiene que ver con el amor “platónico”, el amor cortés, dirigido a un amor que se necesita imposible de acceder…

Y el obsesivo intentará por todos los medios argumentar el por qué se esa imposibilidad, lógicamente además… Nos hablará de toda clase de impedimentos, de miedos, dudas, que junto a la morfología de sus síntomas, dan evidencia de las exigencias del Superyó.

El obsesivo, podemos decir, se balancea, desde la manifestación de un deseo que si va muy lejos se torna agresivo (para su Otro) hacia una desaparición, un desvanecimiento del deseo en tanto ligado al miedo a sufrir él mismo tal agresión…Si pone entonces en juego su deseo, desaparece…

En la obsesión tenemos varias formas de destrucción del deseo del Otro, de la falta del Otro, en tanto como dije al principio, el obsesivo no soporta el deseo del Otro; así, leemos esas manifestaciones tan clásicas y de las que las mujeres muchas veces se quejan: “él le pincha el globo”.

Porque de lo que se trata en la neurosis obsesiva es de que no se ponga en juego el deseo del Otro (entendido como falta) Es esto justamente lo lo de alguna manera le impide acceder a su deseo, haciéndolo retroceder cuando existe la posibilidad de alcanzarlo.

Freud, en “Inhibición, síntoma y angustia” (texto de referencia de la última enseñanza de Lacan) habla d elos mecanismos defensivos en la neurosis obsesiva, de los cuales rescata particularmente el mecanismo de “anulación retroactiva”. El obsesivo anula todo lo que tiene que ver con el deseo.

Esto es, que para cubrir, para tapar la falta, el deseo del Otro, el camino del obsesivo es recurrir a la demanda del Otro, que es para él fácil de satisfacer. El obsesivo reduce el deseo a la demanda y así algo puede hacer, responder a la demanda, pero del deseo, nada!

El obsesivo siempre necesita del permiso del Otro, necesita hacerse autorizar, para él es sumamente necesario que el Otro le demande.

Aquí podemos tomar el ejemplo clásico de la queja femenina: que él entiende su deseo como una demanda…

Asimismo, el obsesivo ante esa queja femenina, no la entiende…y termina diciendo…”si hago todo lo que ella me pide, ¿qué más quiere?…

De aquí, los desencuentros amorosos de los que la clínica está plagada…