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Psicología Infantil-Parte II

Publicado por Malena

Psicología Infantil-Parte II

Un niño, como todo ser humano es inestimable, pero puede llegar a ser muy vulnerable

Los niños sordos de nacimiento suelen tener problemas de adaptación y preocupación por su deficiencia. Estos niños suelen aislarse y evadirse de sus compañeros y aunque desean comunicarse es usual que se sientan indefensos e inseguros.

Los que sufren trastornos visuales suelen haber padecido operaciones para corregir sus deficiencias que por lo general dejan traumas y el uso de anteojos también genera un sentimiento de minusvalía que los hace más vulnerables.

La fisura palatina (niños que nacen con labio leporino), también es una condición que predispone a un niño a vivir esa circunstancia con mucha ansiedad. Si los padres no aceptan el problema entorpecerán el desarrollo emocional de ese hijo y favorecerán su inadaptación social.

Los lesionados cerebrales, nacidos en una familia unida, cálida y estable, que los ha aceptado como son, sin reservas, sin hacer diferencias con los otros hermanos, no muestran resentimiento ni ansiedad indebida a causa de sus deficiencias, aunque expresen una fuerte necesidad de ayuda y protección.

Se ha comprobado que es mucho mejor cuando los padres no sienten lástima de si mismos ni de sus hijos discapacitados y los aceptan como son, como personas por derecho propio cuya condición los puede inspirar para realizarse, permitiéndole albergar esperanzas que tengan significado para él.

Algunos niños se preocupan demasiado por su rendimiento escolar, principalmente cuando sus padres tienen muchas expectativas puestas en ellos. Esa presión puede resultar perturbadora para los niños que carecen de la madurez mental y de la habilidad para vivir en conformidad con las expectativas paternas. Por esa razón es importante estar conscientes de las posibilidades de cada niño respetando su individualidad y reconociendo tanto sus carencias como sus virtudes.

Los problemas de conducta en la escuela pueden tener distintas causas. Principalmente los varones suelen tener dificultades para adaptarse a las normas en la escuela y para prestar atención a sus maestros.

Pero al margen de las dificultades individuales, no se puede negar que es difícil para un niño normal permanecer quieto y sentado mucho tiempo. Ese es uno de los motivos de la existencia de los recreos después de cuarenta minutos de clase, aún en las clases para adultos, porque la atención se dispersa después de este tiempo.

Estos niños deberían ocupar los primeros asientos y tener la posibilidad de realizar tareas para ayudar a la maestra, como borrar el pizarrón, retirar o colocar láminas, buscar materiales que se necesitan y hasta ayudar a otros alumnos. Manteniéndose activos y sintiéndose útiles los ayudará a prestar mayor atención y participar activamente a pesar de sus dificultades.

El niño pequeño buscará en primer lugar la aprobación y el afecto de sus padres, pero una vez que ha comenzado la escuela comenzará a desear el reconocimiento y la aceptación de sus compañeros, los cuales cada vez serán más importantes a medida que crece.

Un pequeño que no sea aceptado por sus compañeros es probable que se sienta excluido y “diferente” y se puede considerar indigno de ser amado, ridículo, grotesco y hasta no humano.

Un niño es un ser social al que hay que comprender dentro de su medio social, cómo se ve él a si mismo, a su familia y el lugar que ocupa dentro de ésta.

Cuando es pequeño depende mucho de sus padres, tanto materialmente como emocionalmente, y por más inadecuados que sean esos padres tenderá a defenderlos y ser leales a ellos aunque lo rechacen y descuiden.

Nunca podrá admitir que sus padres no son buenas personas porque ese sentimiento resulta resulta ser muy perturbador al amenazar su seguridad básica.

Los niños maltratados difícilmente denuncian o acusan a sus padres durante una entrevista, ya sea policial o psiquiátrica. Por lo general los clasifican como buenos, aunque no lo sean, sin hacer ninguna otra aclaración ni comentario.

Solamente se puede conocer con bastante certeza lo que el niño piensa de si mismo y de su familia por medio de los dibujos que realiza.