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Adolescentes en Riesgo

Publicado por Malena

adolescentes en riesgo

En las grandes ciudades los adolescentes tienen que atravesar una etapa que los expone a sufrir riesgos.

La deficiente comunicación con sus padres, los cambios de domicilio, sus problemas de personalidad, las dificultades económicas, las altas expectativas sobre su rendimiento, las malas compañías, las identificaciones negativas, el divorcio de los padres; todas estas son situaciones que la mayoría de los adolescentes en alguna medida deberá enfrentar, sin contar muchas veces con los recursos adecuados ni con ninguna ayuda.

Un adolescente que no sabe como comunicarse con sus padres tenderá al ostracismo, se encerrará en su habitación y es probable que esté todo el tiempo de mal humor y que en los estudios tenga bajo rendimiento.

Seguramente se integrará a un grupo marginal con las mismas características que tiene él, porque no le exigirá nada y lo aceptará como es.

Los padres tienen que motivar a los hijos desde muy pequeños, incentivar su curiosidad e imaginación y promover sus habilidades especiales, aunque no sean las que esperan ellos.

Deberán tener en cuenta cómo es la personalidad de cada uno de sus hijos y respetarlas, alentar sus esfuerzos y premiar sus logros, minimizando sus desaciertos; para que les sirvan como aprendizaje a ellos.

El deporte ha sido siempre, es y seguirá siéndolo, el mejor y más sano refugio que puede tener un adolescente, para poder canalizar adecuadamente su energía, desarrollar su cuerpo y ser miembro de uno o varios grupos.

Los deportes en equipo son los más indicados para vencer la timidez o para aquellos que son retraídos; para que aprendan a relacionarse y le pierdan el miedo a la gente.

El adolescente necesita parecerse a los otros para después ser distinto; por lo que es importante que tenga lo que necesita para no sentirse disminuido.

Un adolescente hiperactivo tiene que estar ocupado y si no le gustan los deportes o le sobra tiempo, puede trabajar, en alguna empresa familiar o para algún amigo, para que además tenga la oportunidad de aprender un oficio.

Al margen de una carrera universitaria todo adolescente debería aprender un oficio alternativo, que lo podrá ayudar a financiar su carrera terciaria si no tuvieran sus padres la posibilidad de hacerlo.

Los problemas de timidez extrema o las fallas serias de carácter pueden resolverse con una terapia breve cognitiva, centrada en la dificultad y para corregir hábitos dañinos.

Las mudanzas suelen ser traumáticas para todos y en especial para los jóvenes, porque suelen perder a sus amigos y tienen que enfrentar el rechazo natural que usualmente sufren los que en un lugar diferente son nuevos.

La adaptación exige tiempo y paciencia y no es mala la idea de propiciar el reencuentro con sus antiguos compañeros.

Lo importante en un adolescente no es tanto lo que hace sino cómo piensa, con que filosofía de la vida se identifica y se maneja y en esto es esencial la influencia de padres y maestros.

Padres o maestros con ideas demasiado radicales, que no respetan la opinión ajena, tendrán hijos y alumnos rebeldes que vivirán a la defensiva resistiéndose a todo y no construyendo nada.

Educar seres humanos en el amor, la tolerancia, los buenos modales, la paciencia, el estoicismo, la aceptación, la humildad y la entrega, da como resultado un buen porvenir para los jóvenes, porque lo que más los afecta es creer que se están perdiendo algo, que las cosas se consiguen con arrogancia, ambición y con el coraje suficiente para pisar cabezas.

Los padres tienen que mantener cada uno su rol bien claro si desean que sus hijos se identifiquen sexualmente en forma positiva según su sexo.

Un padre no puede ser reemplazado, tampoco una madre, pero si algunos de ellos o los dos faltaran, sólo podrá tener sustitutos que tendrán roles distintos y nunca serán iguales a los padres aunque quisieran.

La aceptación de los hijos como son es condición primera para llevarse bien con ellos a toda edad; porque los hijos son todos diferentes, personas nuevas que no tienen por qué ser idénticos a los padres; sólo podrán ser ellos mismos, con sus aptitudes y defectos.