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Angustia, duelo, dolor psíquico y depresión

Publicado por Betina Ganim

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En el texto freudiano «Inhibición, síntoma y angustia», luego de haber abordado la angustia en tanto «reacción frente al peligro de la pérdida», Freud se pregunta cuándo es que la separación del objeto genera angustia, cuándo provoca duelo, y cuándo provoca dolor.

Con este cuestionamiento, tocamos dos puntos importantes a discriminar:

– la causalidad en juego: en relación a la pérdida de objeto; y

– la diferencia entre el duelo, la angustia y el dolor frente a la pérdida.

Este interrogante podemos trasladarlo a nuestra propia pregunta: ¿qué determina cada cosa?¿se trata del estatuto de aquello que se pierde? ¿Se trata más bien de la capacidad o no del sujeto de movilizar la energía libidinal?

Freud, respecto de la angustia, señala que el lactante pierde la percepción que tiene de la madre, que equiparará luego a lo que llamará «pérdida de amor». Lo que hay que destacar es que en los dos casos se trata de que la angustia se produce ante el peligro por la pérdida. En cuanto al dolor, éste se produce ante la efectiva ausencia del objeto, y lo que de añoranza ello conlleva.

Lo que llamamos «dolor psíquico» se trata de una transformación de investidura narcisista en investidura de objeto, por la cual la representación del objeto investido libidinalmente viene al lugar que ocupa el dolor físico, por el cuerpo investido por un aumento de estímulo. El estado de desvalimiento psíquico resulta entonces de esta transmutación.

En cambio, si hablamos del dolor propio del duelo, y siguiendo a Freud, no plantea dificultades. Este se trata del efecto ante la pérdida real del duelo (no frente a la representación) ante la cual el sujeto se encuentra exigido a desvestir una por inca, cada vez, en una rudo trabajo, las ligazones libidinales depositadas en aquel objeto que se ha perdido. Podríamos decir que se trata d ella respuesta del sujeto frente a la exigencia que la pérdida real le plantea.

Una vez hechas estas distinciones, seguimos con las preguntas que nos pueden orientar en este tema: ¿qué lugar entonces para la depresión en esta dialéctica? ¿Qué quiere decir esa frase tan conocida de que el paradigma de la depresión es el duelo? ¿Cuál es el motivo por el cual no encontramos en la obra freudiana (y por ende tampoco la aborda en la clínica) la depresión, hablando en cambio de «dolor psíquico»?

Sabemos que el dolor psíquico en la obra de Freud es una preocupación constante; Freud intentaba por todos sus medios de hallar la explicación de su mecanismo.

En cuanto a la depresión, podemos decir que se trata más bien de la consecuencia lógica que implica el trabajo de duelo. Es por esta cuestión que decimos que Freud le da una explicación económica, en tanto la depresión tiene que ver con el gasto libidinal que a cada sujeto le conlleva la elaboración, el trabajo de duelo.

Para concluir, depresión, duelo y dolor no tienen el mismos estatuto. El duelo es la causa de la depresión. La depresión sería un afecto normal (en tanto es un efecto lógico del trabajo de duelo) y el dolor psíquico es el que revela la dificultad yoica de movilizar cantidades de energía, por lo que de aquí surgen las mayores inhibiciones.

Quedémonos, por lo pronto con «la depresión» desde Freud, y seguiremos en el próximo post.

FUENTE: EXTENSIÓN 5. CÁTEDRA DE PSICOPATOLOGÍA. UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA LA PLATA. ED. DE LA CAMPANA. LA PLATA, ARGENTINA