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El Dolor

Publicado por Malena

El dolor psicológico es un sentimiento de pena y congoja que a todos nos sucede y nos choca.

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El dolor es un estado de aflicción producido por desequilibrios en la vida psíquica.

Para Aristóteles el hombre siente dolor cuando actúa en contra de su naturaleza o tiene dificultades internas o externas para lograr su realización.

En general, cualquier situación desagradable esperada o no, que provoque situaciones difíciles de asimilar produce dolor e infelicidad.

El dolor se manifiesta ante experiencias de pérdidas significativas, frustraciones o engaños, pero la medida del dolor varía según la sensibilidad y la fortaleza de cada uno.

El dolor es un fenómeno subjetivo, porque afecta el alma, y cada persona lo experimenta de manera diferente y lo metaboliza de distinta forma.

Pero lo que es un hecho comprobado es que el hombre normal está dotado de los recursos que necesita para superar cualquier tipo de dolor psíquico en poco tiempo.

Las estadísticas nos dicen que en seis meses una persona se puede recuperar de cualquier debacle doloroso y volver a su estado normal. Es decir, que en tan breve lapso, por ejemplo, alguien que pierde la vista o que debe permanecer confinada a una silla de ruedas por un accidente, puede ser capaz de volver a ser la misma y comenzar de nuevo.

Cuando analizamos las biografías de personas relevantes, nos damos cuenta que haber vivido una tragedia les solucionó sus problemas y cambió radicalmente sus vidas, para bien.

Las situaciones dolorosas, en un primer momento, pueden derrumbarlos, deprimirlos, hacerlos perder el gusto por la vida, mientras la herida está aún abierta; pero cualquier otra circunstancia vital externa que les concierna, que se manifieste a su alrededor y la tendencia natural psicológica hacia el equilibrio los irá ayudando a emerger fortalecido de esa experiencia.

El dolor que no te mata te fortalece, alguien dijo, y es verdad. A veces hay que golpearse duro para darse cuenta de que es necesario cambiar de rumbo para seguir creciendo.

El físico matemático Stephen Hawking, relata él mismo en su libro de divulgación científica «La Historia del tiempo», cómo vivió la circunstancia de tener que enfrentar una enfermedad degenerativa que aunque lo destinó a vivir en una silla de ruedas y le afectó casi todas sus funciones, paradójicamente lo ayudó a trascenderse a si mismo.

Hasta los 17 años había sido un joven alocado e irresponsable, poco motivado para estudiar y con un rendimiento en el colegio por debajo del promedio.

A esa edad comenzó a experimentar los primeros síntomas del ELA (esclerosis lateral amiotrófica), enfermedad progresiva del sistema nervioso que se caracteriza, en primer término, por la pérdida de la fuerza muscular de las extremidades y posteriormente de todo el cuerpo.

Esta enfermedad todavía no tiene cura pero a veces permite a los afectados continuar viviendo mucho tiempo y en este caso significó un cambio en su vida de 180 grados.

Comenzó a estudiar con interés física y matemática y llegó a sobresalir por su famosa teoría del Big Bang y el origen del Universo además de ser autor de otros destacados descubrimientos teóricos como sus estudios sobre los agujeros negros, llegando a ocupar como profesor, la misma cátedra que ocupó Newton, en la Universidad de Cambridge.

Esta enfermedad no produce ningún dolor físico pero confina a sus víctimas a una vida limitada, sin embargo, en su caso, resultó ser un trampolín para lanzarse a desarrollar una extraordinaria carrera como científico y docente universitario, casarse tres veces, con sus enfermeras, y convertirse en millonario con sus libros de divulgación científica.

El dolor psicológico es la respuesta natural que todo ser humano siente frente a situaciones de estrés que desagradan; y cuanto mayor sea la resistencia a los cambios y más grande el apego a las cosas y a las personas, nos doblegará más fácilmente.

Así como el árbol flexible es el que se mantiene erguido después de la tormenta, el hombre que se adapta puede desde el dolor, volver a empezar con entusiasmo, aceptarlo y superar los malos momentos.