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Cómo reconocer a un niño hiperactivo

Publicado por Israel Rios

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La Hiperactividad se ha convertido en los últimos años en uno de los problemas psicológicos y emocionales que más visitas al psicólogo ha estado acumulando por parte de padres que se ven superados por el comportamiento de sus hijos.

Pero no siempre nos encontramos con casos de hiperactividad aunque lo parezca ya que hay elementos diferenciadores entre los niños hiperactivos que entran dentro del perfil psicológico de este problema y los niños que simplemente son más activos de lo normal y pueden tener otros problemas más controlables.

Para ello vamos a ver como se define la hiperactividad en términos de los profesionales de la psicología que han estudiado y continúan estudiando este problema.

Lo principal es saber cual es la diferencia entre un niño demasiado activo y un niño hiperactivo. Esta radica principalmente en que el niño hiperactivo lo es de forma más constante y generalizada en diferentes contextos.

Sin embargo coinciden en varios puntos estos dos tipos de niños como por ejemplo, la dificultad para la concentración, la impulsividad, la falta de habilidad en las relaciones sociales, ser desorganizado y desordenado entre otras características comunes.

Un niño hiperactivo se caracteriza principalmente por el déficit de atención, la impulsividad y la actividad motriz excesiva pero además vamos a añadir el hecho de ser algo constante en el tiempo sin importar como es el entorno en cada momento.

Estas características están contempladas en el DSM IV y el CIE-10, listas de enfermedades que incluyen problemas psicológicos como este que estudiamos en el día de hoy.

Es en la edad escolar donde podemos ver manifiestos los síntomas más evidentes de este problema de la hiperactividad. Si bien hay padres que ha visto como sus bebés tienen comportamientos que después han derivado en hiperactividad. Esos comportamientos son la excesiva irritabilidad, el llanto abundante, los trastornos del sueño, las dificultades de la alimentación y que la relación con sus padres no es buena.

Pero es en la edad escolar cuando todo se recrudece hasta el punto de que el niño no atiende a ninguna razón ni siquiera a los castigos o premios, es un elemento completamente incontrolable.

Cuando el niño hiperactivo además de los síntomas señalados presenta agresividad, la verdad es que nos vemos ante un problema mucho más grave y que requiere de soluciones mucho más contundente.

A pesar de lo difícil que pueda parecer la situación en esas edades escolares, con el tiempo parecen ir disminuyendo los síntomas d ela hiperactividad de forma natural.

Es importante que haya un buen diagnóstico del problema a través de un buen profesional para ser lo mas objetivo posible a la hora de poder resolver el problema.

Es mejor, como psicólogos, ser lo más flexible posible y donde nosotros veamos algún elemento nuevo podremos entonces ir adaptando mucho mejor el diagnóstico para poder ayudar en las mejores condiciones.

En definitiva para saber identificar la hiperactividad tenemos algunos puntos imprescindibles como:

-Dificultad de atención y de mantener la concentración

-Una actividad motora fuera de lo normal, excesiva y con conductas no apropiadas.

-la impulsividad en el hablar y en el actuar

-Conductas que dirigen a la destrucción.