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Consecuencias del exceso de protección hacia los hijos

Publicado por Israel Rios

El niño sobreprotegido 1

Hay una especia de instinto en los padres que en el caso de los seres humanos pasa de ser un instinto a una sobreactuación. Se trata del instinto de protección de nuestros hijos sobre todo cuando son más pequeños.

Es muy habitual ver como una madre corre hacia su hijo antes de caerse por una imprudencia cometida y, si bien esto es correcto en el caso de que dicha caída pueda suponer algo grave para el niño, no está mal que él pueda aprender con un podo de dolor lo que está correcto y lo que no para poder adaptarse de una mejor manera a lo que le espera.

De esta manera sobreprotectora de actuar por parte de los padres en realidad se van a encargar de crear niños débiles poco adaptados a la realidad del mundo, sin embargo si dejamos que choquen con la realidad de vez en cuando se irán haciendo cada vez más fuertes.

En definitiva se trata de que en los diferentes niveles y edades los padres dejen a sus hijos que puedan resolver sus propios problemas siendo reforzados por su progenitores por ello de forma consciente. El niño muy pronto se tendrá que enfrentar a una vida social en el colegio y a una gran cantidad de circunstancias que se irán complicando cada vez más hasta que sea algo imposible de llevar de una forma adaptada si no se ha tenido un aprendizaje al respecto permitido por los padres.

En realidad lo único que los niño necesitan por parte de los padres no es tanta sobreprotección sino más amor. Y este amor de verdad implica que les dejen cometer su propios errores, sufrir las consecuencias y aprender a arreglarlos. Un niño que se ha desarrollado en una casa con mucho amor por parte de los padres, amor demostrado y en donde no se ha sido sobreprotector tiene un alto porcentaje de seguridad de que se va a convertir en una persona completamente adaptada a su entorno y preparada para aportar a la sociedad lo mejor de sí mismo.

El miedo es una de las emociones negativas que se desarrollan en los niños sobre los que se es excesivamente protector por parte de los padres y este sentimiento no es bueno porque es paralizante y no deja actuar y buscar soluciones que es lo mejor adaptativamente hablando para personas que se están integrando en la Comunidad.

En donde hay amor por parte de los padres, los errores que estos comentan en la educación de sus hijos quedan completamente subsanados por esta cualidad tan maravillosa que ayuda tanto en su desarrollo a los niños.

Los niños en un hogar de estas características, o sea, con padres que no son sobreprotectores y que dan mucho amor a sus hijos son niños que crean una muy buena autoestima, capacidad de adaptación, capacidad para solucionar problemas, etc.

El hogar tiene que ser un lugar en el que lo niños se sientan arropados por los padres. Estos deben de acariciarlos y abrazarlos, hablarles de forma cariñosa incluso en el rigor y en el castigo. Además los padres deben de aprender a jugar con sus hijos, esto es fundamental.