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Obesidad y Tabaquismo

Publicado por Malena

La obesidad es un signo, que aumenta el hábito del tabaquismo.

Obesidad y Tabaquismo

Una investigación realizada por el equipo de médicos del Hospital Británico, especializados en tabaquismo; demostró que cuanto mayor es el índice de obesidad, mayor es la cantidad de cigarrillos que consumían los pacientes, que participaron en el programa “Respire”, para dejar de fumar, que ofreció este hospital, durante el período 2000/2001.

En realidad, este resultado sorprende y se contradice con la mayoría de los datos científicos de que se dispone actualmente referidos a esta relación.

Existen distintas hipótesis posibles sobre los motivos que llevan a un obeso a incrementar su necesidad de fumar.

Una de esas hipótesis se refiere a la actitud compulsiva del obeso a calmar su ansiedad con un hábito oral, durante y entre las comidas, cuando mira televisión, cuando trabaja o estudia, en el auto o en la calle.

Aunque la nicotina tenga efectos anoréxicos, el obeso come compulsivamente aunque no tenga hambre, por lo tanto una exagerada ingesta no es un obstáculo para consumir también tabaco.

Cuando una persona ha adquirido varios hábitos dañinos para su salud y desea cambiar, lo indicado es intentar recuperarse de uno de ellos por vez, comenzando por el que más efectos indeseados le produce.

Tanto el tabaco como la obesidad son perniciosos, pero lo mejor y más conveniente es empezar por bajar de peso, porque es lo más difícil.

No se puede dejar de comer, sino que hay que reconciliarse con la comida y no atacarla ferozmente y luego quedar con la culpa.

La tarea consiste en aprender hábitos de alimentación saludables, modificando los condicionamientos adquiridos durante muchos años; en tanto que el hábito del cigarrillo sí que se puede abandonar para siempre, porque fumar no es necesario.

Por otro lado, si un obeso intenta dejar el cigarrillo primero, comerá mucho más y aumentará más de peso y es muy probable que abandone el tratamiento, ya que la mayoría de las deserciones para dejar de fumar es porque abandonar el cigarrillo engorda.

Preservar la imagen a costa de la salud es lo que la gente quiere en estos momentos, en que la apariencia supera la esencia y cuando todos procuran alcanzar una imagen idealizada que suele ser siempre utópica.

Es difícil dejar el cigarrillo cuando la pareja fuma y también es dificultoso bajar de peso cuando el resto de la familia no participa.

Además de difícil es poco operativo dejar el cigarrillo para convertirse en un fumador pasivo que inhala el humo del que fuma a su lado, que es igualmente nocivo para él.

Por lo general, hay familias de obesos, pero también hay familias donde solamente hay uno solo que come compulsivamente mientras el resto se alimenta normalmente.

En esos casos, es importante observar a los demás, que son los que comen con moderación, y hacer lo mismo.

Disponer los alimentos en lugares poco visibles en las alacenas o en la heladera, colocando los que son permitidos o poco calóricos en primer lugar puede evitar tentaciones, y también, ir al supermercado con el estómago lleno ayuda a no comprar de más.

Tanto el obeso, como el alcohólico, el fumador compulsivo, o el que consume drogas, son personas adictas que tratan de calmar su ansiedad oralmente, de modo que para modificar esos hábitos perjudiciales es necesario que adopten otra forma de canalizar las tensiones para evitar caer nuevamente en lo mismo.

Los ejercicios aeróbicos programados, el deporte en equipo, el desarrollo de habilidades específicas que tal vez se ignoren, los proyectos de nuevos intereses o cualquier otro intento que implique cumplir con los propósitos postergados o nuevos y las relaciones no tóxicas calman el nivel de ansiedad y reduce el ansia de la satisfacción oral.