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Complejo de Edipo y Castración

Publicado por Betina Ganim

El Edipo y la Castración están unidos en la teoría psicoanalítica. ¿De qué se trata la Castración en psicoanálsis?

Hablamos en este campo de Castración simbólica en lo que llamamos un primer tiempo lógico del Complejo de Edipo.

Dijimos que popularmente se conoce que el Complejo de Edipo es esa relación del niño con la madre. Y de una amenaza que viene del padre. Pero esto tiene toda una teorización en psicoanálisis a partir de lo cual trabajamos clínicamente. En el post anterior introdujimos la teoría de los tiempos lógicos del Edipo, a partir de la lectura de Jacques Lacan.

Decimos entonces, que en un primer tiempo del Edipo existe una amenaza. Una amenaza que es un acto simbólico, y que tiene como agente al padre real. Es decir, esa amenaza proviene del padre y cae sobre el objeto imaginario. Esto quiere decir que el niño se siente cortado, se lo imagina.

Ahora bien, lo que lo que el padre prohíbe con esa ley, dijimos antes, es a la madre, en tanto que la madre no es objeto del niño -en todo caso es objeto del padre.

Es aquí donde se establece tanto en el niño como en la niña, esa famosa rivalidad con el padre, porque el padre frustra claramente al niño prohibiéndole la madre.

Aquí nos vamos al tema de la Frustración. Es el padre como agente simbólico (como agente de la Ley) que interviene en una frustración, digamos que tiene derecho a frustrar al niño de su madre.

En otro nivel tenemos aquello que es del orden de la Privación. El padre, en este caso “es preferido”, se prefiere (antes que la madre) en la medida en que el padre lo tiene, convirtiéndose de esta manera en el Preferido para identificarse.

Este es el punto nodal de la cuestión (que les anticipé en el post anterior) de la diferencia que tiene el efecto del complejo de castración en la niña y en el niño.

Hasta acá, podemos decir, tenemos un Lacan con Freud. El niño necesita pasar por la identificación viril. La niña va a buscar esto en el Padre, a quien supone que se lo va a dar (en tanto lo tiene).

En la niña, este efecto se produce por sí solo, porque para ella el problema está en la entrada, y a la salida se va a dirigir al padre; va a preferir al padre, en tanto portador del falo, y no a la madre, que no lo tiene.

En la medida en que el padre se convierte en el Ideal del Yo se produce en la niña el reconocimiento de que ella no tiene falo; algo bueno para ella. Así ella entra en el Complejo: Castrada, en menos, en falta.

Será así que decimos que la salida normal del Edipo es que el niño reconoce no tener (lo que verdaderamente tiene, en tanto lo puede perder), y la niña lo que no tiene.

Esta es la salida del Edipo para Freud: en función del tener y no tener. .

Lacan dice que esto no alcanza del todo para explicar la cuestión. E introduce como solución una pregunta: ¿Qué es el padre en el complejo de Edipo? No se pregunta qué es el padre en la familia, sino en el Complejo de Edipo.

Y a esto me referiré en el siguiente post.