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El fundamento real de la angustia

Publicado por Betina Ganim

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Les decía en el post anterior, que una cosa es hablar del final de análisis en términos de deseo, y otra cosa muy distinta es abordar esta temática desde la cuestión del goce.

Porque la noción que tenemos en Lacan de «atravesamiento del fantasma» tiene que ver con la vía del deseo. Algo se resuelve sobre la escena del fantasma. Pero en cuanto al goce, la cosa no marcha de igual manera.

Lo que Lacan llama «atravesamiento del fantasma» tiene que ver con la cuestión de la verdad, tiene que ver con la cuestión del deseo del Otro, con el «¿qué me quiere?» esa pregunta que le está dirigida al Otro. Entonces -siguiendo los lineamientos que Jacques-Alain Miller nos propone en su curso «El Ser y el Uno»- en este tema estamos al nivel del «eso habla» (los remito a los posts anteriores para hacer un seguimiento más exhaustivo del tema)

El problema es que en este nivel, resta lo real, el «se goza». De este modo, podemos decir que el pase es una respuesta a la última parte del texto freudiano «Análisis terminable e interminable», texto en el que Freud mismo replantea la reducción de la apuesta fálica en el fantasma.

Decimos «atravesamiento», una palabra que según nos comenta Miller, Lacan solo la pronunció una vez, pero que ha tenido todo su alcance en la comunidad psicoanalítica porque traduce muy bien la problemática imaginaria en la que el pase queda atrapado. Tenemos otro texto freudiano que se lee muy bien junto a «Análisis terminable e interminable» que es el capítulo X de «Inhibición, síntoma y angustia» de Freud. Allí él intenta ceñir lo que llamamos la causa última de la neurosis, planteando que esta se ubica a nivel del ello, donde opera el automatismo de repetición en el que está atrapada la pulsión. En ese mismo libro, encontramos otra frase de Freud que es «Triebanspruch».

«Anpruch» es un enunciado, una especie de reivindicación, un reclamo. Esto es lo que en el grafo lacaniano tenemos como demanda. Miller dice que se ha domesticado en demanda lo que se tata con este término alemán que usa Freud allí.

Lacan sostiene que la demanda de amor es incondicional; y esa incondicionalidad valdría más aplicarlo a la «Triebanspruch»: un reclamo incondicional. Es obvio que Lacan tuvo en cuenta este término freudiano, ya que cuando introduce alguna cosa real en esa exigencia pulsional, dice que allí tenemos el fundamento real de la angustia. Aquí tenemos la referencia de por qué Lacan dice que la angustia no es sin objeto, ya que tiene como fundamento lo que hay de real en la exigencia pulsional.

Miller dice que Lacan ha llevado muy lejos la domesticación de la pulsión. Tenemos el grafo lacaniano, en el cual la pulsión está en el nivel superior, y la palabra en el nivel inferior. Estos dos niveles funcionan de manera simultánea, respondiendo a un mismo modelo: son dos cadenas significantes. Esto nos indica que la pulsión es un tipo determinado de enunciado.

Seguiremos con este tema el post siguiente.

FUENTE: MILLER, JACQUES-ALAIN. «ESTATUTOS DE LO REAL». REVISTA FREUDIANA Nº 63.