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Esquema óptico y Estadio del Espejo

Publicado por Betina Ganim

en el espejo

Sirviéndose de una pizarra, Sergio Larriera, quien diera una conferencia en Palma el mes pasado, explica con una erudita sencillez, el esquema óptico que le sirve a Lacan para construir su Modelo.

Un espejo cóncavo. Enfrente tenemos un artificio donde coloco un florero invertido, y sobre el artificio coloco unas flores. Estas representan la dispersión de instintos, vivencias, etc. que podemos suponer en ese infans. El florero invertido es la imagen de su propio cuerpo, pero el sujeto puesto en esta posición (ojo) precisamente por su posición, no puede ver ni las flores ni el florero. Solo podrá verlo si se coloca enfrente un espejo plano, de modo que ese ojo pueda ver a través de ese espejo plano, la virtualización de estos fenómenos (florero y flores)

Es decir, se tiene que recurrir al espejo plano para poder virtualizar una imagen de objeto que estaba en un campo real y que el sujeto de la experiencia no podía ver. Así, este sujeto recogerá las flores que representan sus diversos instintos, pasiones, sensaciones, etc. y la imagen que contiene eso, dándole así una primera unidad. Esto lo recogerá a través del espejo plano; es decir, que este sujeto se recogerá virtualmente del otro lado.

Esto es: la imagen de nuestro cuerpo, de nuestra primera integración personal, la recogemos en el campo del Otro. Si no es por el auxilio de ese espejo plano no podemos tener acceso a la integridad corporal, una Urbildt, la imagen primitiva, la construcción de se “proto-yo”, se da gracias a que el otro me da su imagen. Esta es la base del Estadio del Espejo.

Aquí ya está sucediendo algo primordial; y si suponemos fallas en este mecanismo inaugural, mal pronóstico para ese sujeto. Esto es la base de este Narcisismo que falla en la psicosis.

Larriera pasa así al uso de algunas letras para continuar con su exposición. Lo que nos transmite es que Lacan usa una escritura permanente y progresiva, que va sufriendo modificaciones, y que por eso parece algo complicado; pero en realidad el uso de esas letras es lo que simplifica las cosas. Es decir, para que la transmisión del psicoanálisis y de los problemas que lo atañen, se haga un poco menos confusa y sometida a errores. La finalidad de los esquemas y letras en Lacan es justamente para no desviarnos y derivarnos a discusiones infinitas, para facilitar la transmisión con la menos cantidad de errores posibles, ya que nuestra “materia” se presta mucho a que hablemos de sensaciones, etc. sin saber muy bien de qué estamos hablando.

De esta manera, a ese espejo plano, a ese Otro, le ponemos la letra M, que significa Madre.

Así, nos adentramos al Complejo de Edipo. Esta madre formará parte de un triángulo simbólico, donde está el niño (N) y el Padre (P). M, N y P no son más que significantes, es decir, términos que no son la cosa misma (a saber, mamá, papá y nene en la realidad) sino que están en otro nivel, que es la mínima referencia a una estructura, que es de orden simbólico.

Continuaré con el comentario de esta Conferencia en los posts siguientes.