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Schreber y Joyce

Publicado por Betina Ganim

Joyce-james

Para terminar con la transmisión de los lineamientos básicos que dio Sergio Larriera sobre el tema «Narcisismo y psicosis», articulando estos dos términos del título de su exposición, decimos que siempre está la idea de que el narcisismo fracasa en la psicosis.

Es decir, un sujeto psicótico puede “ir tirando” (se las puede ir arreglando…aunque con prendedores de alfiler) con ciertas soluciones durante muchos años, tiene ciertas identificaciones con las que se sostiene, hasta que se topa con algo que lo interroga de tal manera ante lo cual no pude responder desde lo simbólico, y ahí se desencadena la psicosis, y hago una regresión al Estadio del Espejo, con los fenómenos que caracterizan a la psicosis de desintegración, desorganización y fragmentación.

En el famoso caso Schreber, uno de los clásicos historiales de Sigmund Freud, y que Lacan retoma trabajándolo en detalle, con distintos esquemas, se trabajan las distintas regresiones que se dan en el caso. En este caso hay lo que se llama P 0 y Fi 0 (Padre subcero y Falo subcero) Es decir, la falla de lo simbólico hace que todo se maneje desde el lado del Ideal, con una serie de fenómenos elementales, y trastornos corporales que lo llevan a su transformación en mujer. La solución delirante para defenderse de eso: él es finalmente la mujer de Dios. Ahí encuentra cierta estabilización.

Luego Lacan hace de Joyce un caso clínico, para reformular todo el psicoanálisis. Porque toda esta primera etapa corresponde a un Lacan estructuralista, aquí hay cierta rigidez, cierta dureza de los términos, y se hace hincapié en la falla del Nombre del padre. En esta época la función del Nombre del Padre es muy potente, con gran gravitación en la teoría, y es muy excluyente. Luego esto se va dulcificando, “democratizando”, y el encuentro de Lacan con Joyce, modifica su teoría, haciéndola mucho mas laxa, teniendo múltiples maneras de suplir esos déficits, y distintas manera de arreglárselas con el propio goce, y con que cosas voy supliendo esas deficiencias. Como me las pudo arreglar.

Joyce es un caso de una psicosis no desencadenada, El hace una obra inconmensurable, que conmueve a la historia de la literatura universal, con lo que podría haber sido una psicosis de hospicio… Joyce aguantó toda su vida, impuso su obra, y cada vez hay mas palabras producidas sobre Joyce.

A Lacan le resulta ejemplar para “dulcificar” el psicoanálisis, que no sea tan trágico y brutal como en esa primera época. Una clínica más continuista, en contraposición con la época que trabajamos hoy donde tenemos neurosis, psicosis y perversión. Una discontinuidad estructural.

En el ultimo Lacan la cosa es mas dúctil, las estructuras se superponen y para todos los que practicamos el psicoanálisis se nos es más difícil hacer diagnóstico estructural. El ultimo Lacan se adapta y trabaja con estos inclasificables de esta clínica actual. Una época en la que las cosas son más “oscuras”, no hay estructuras tan claras, y aparecen los “inclasificables”…

Hasta aquí llega Larriera en su transmisión, que se agradece y de la que se espera un “bis”.