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Consecuencias psíquicas de la diferencia sexual

Publicado por Betina Ganim

sueño y deseo

«Algunas consecuencias psíquicas de la diferencia anatómica entre los sexos» es un texto de Sigmund Freud que escribió en 1925 y que leyó su hija Anna Freud en un Congreso Internacional de Psicoanálisis celebrado en Homburg, Alemania, ese mismo año, al mes siguiente de haberlo escrito su padre.

Se trata de un ensayo donde encontramos la elaboración más acabada de todo lo que Freud había elaborado sobre la sexualidad femenina, desde 1900, aunque hubo un período- un largo período de 15 años- en el cual Freud había más bien hecho silencio sobre esta cuestión después de haber publicado el caso Dora.

Quince años que tenían que ver con este manto de misterio que cubría el tema de la sexualidad femenina, que lo llevó a esta manifestación freudiana tan conocida: el misterio de la mujer. Una pregunta que lo causaba seguramente, de hecho el psicoanálisis nace con la histeria, con estas mujeres que prácticamente se entregaban a Freud mostrándoles sus síntomas que la medicina desechaba, y Freud, el Amo del saber que caía bajo la barra con la que las histéricas lo agujereaban trabajaba para ello…

Es un texto donde tenemos de todo, decía que este texto recoge las elaboraciones más acabadas sobre el tema hasta el momento. Porque luego tenemos otro texto importantísimo que es “Sobre la sexualidad femenina” (1931)

Dividiré el comentario en cuatro puntos:

En principio, parece que Freud empieza con una cuestión política, en el sentido de la dirección de la cura de los neuróticos, y es política porque implica una decisión de horizonte, a dónde se dirige el psicoanálisis. Un reclamo, dice. Y hace una comparación con la medicina. El dice: hay que revisar en los análisis la cuestión preedípica. ¿Por qué? ¿Qué pasa ahÍ? ¿En qué no se diferencia un analista de un médico, de una simple terapéutica que se sirve de algunos métodos psicoanalíticos para reforzar el yo, podemos decir…? Explorar esa etapa es un trabajo arduo, lento, que lleva a regiones oscuras, que no muchas soportan, ni analistas ni analizants, y tiene que ver con la vida pulsional.

Lo que ocurre antes del Edipo, lo pulsional en juego ahí va a estar vinculado con la cuestión pulsional de la vida adulta. Por eso hay que conocer qué ocurre ahí. Y él mismo reconoce que siguen faltando “señales indicadoras”.

Es un reclamo teórico y práctico que se está produciendo en el contexto psiconalítico de la época, un reclamo ético podría decir.

También tenemos algo casi testimonial de Freud: la cuestión del tiempo en Freud. Dice que ya no tiene tanto tiempo como antes como para guardarse ciertas cosas, y que esta vez no será tan precavido, y dará cuenta de algunas cosas que aún no han sido demostradas. Pero también dice que ya no está solo en esto, y que ya hay gente que podrá ocupar su lugar y pensar y repensar estas cuestiones después de él. De hecho no se ha equivocado por suerte, y hoy estamos aquí releyendo un texto de hace 90 años…

Y nos brinda sus elucubraciones, a las que me iré dedicando en los siguientes posts.

FUENTE: FREUD, SIGMUND. «Algunas consecuencias psíquicas de la diferencia anatómica entre los sexos»