Psicología
Inicio Psicoanálisis El punto nodal del Edipo

El punto nodal del Edipo

Publicado por Betina Ganim

Hay algo que no es nuevo en estas clases sobre los tiempos del Edipo que les estoy transmitiendo desde el Seminario de Jacques Lacan. Y eso que no es nuevo pero es nodal es la cuestión de apartar por completo el tema de la relación de castración entre el niño y el padre, poniendo el punto crucial en esta operación sobre la madre. Es decir, lo que el padre castra no es al niño sino a la madre. Punto nodal, dice Lacan.

Esto es esencial para entender el Edipo desde Lacan. Es algo que enfatiza en estas clases. Y todo lo que estará atrás de las neurosis, las perversiones, y en cualquier clínica deriva de ese punto: del velamiento -mayor o menor- de la castración del Otro a nivel de la madre. Lo dice con todo énfasis y lo amplía, sosteniendo que veremos esta cuestión en las neurosis, en las perversiones, etc. También lo veremos en otra forma de abordarlo en las psicosis; en los arreglos delirantes que un psicótico hace de esta locura de ser, de ser ese objeto. En el caso Schreber tenemos el «soy la mujer que con Dios va a generar una nueva especie”. De eso se trata, de ser, ser el falo.

Lo importante es cómo Lacan define ese resto que retorna -fallido, si se quiere- de la misma operación del segundo tiempo del Edipo. Esto es algo a lo que Lacan le de una generalidad precisa. En el fondo siempre es esto. Y eso es la locura de ser el falo, a este nivel.

Es por esto que el objetivo de Lacan es que nuestra función como analistas no es la de arreglar la sexualidad de la gente; sino que cada uno haga lo que pueda. Ahora bien, una eficacia posible del análisis es tratar de quitar a la gente todos sus puntos de ser el falo. ¿Y por qué? La orientación de Lacan es que no lo conseguiremos mostrándole la castración a él, con sus heridas narcisísticas, que obviamente se va a defender. Las sufre y se defiende otra vez intentando ser él el falo.

La cuestión va a ser cómo trabajar cómo niega con eso la castración del Otro -originalmente de la madre.

Si esto se entiende, esto que está aquí en estas clases del Seminario , se van a ver todas las claves del Seminario 10 (La angustia), la manera de pensar la orientación de la cura, incluso pensar si se puede ir más allá de la roca freudiana, etc. Todo eso tiene estas coordenadas.

Es decir, que no importa el cuadro clínico, porque podemos tener la fantasía de proeza de un obsesivo que se imagina, que se desdobla, que se pone a nivel de otro… ¿Para qué? Porque lo que quiere es ser el falo.

Este ser, claro está, hay que distinguirlo de los usos de ser el falo en una mujer que ha admitido perfectamente su falta. Pero en el caso de ellas el tema va a ser el mismo.

Lo que se verifica en un análisis como posibilidad de eficacia, etc., es la castración de esto.

FUENTE: LACAN, JACQUES. EL SEMINARIO, LIBRO