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El «juego» de las fórmulas del deseo

Publicado por Betina Ganim

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Les decía en el post anterior, respecto de las fórmulas del deseo que nos plantea Lacan en su Seminario 5, en la segunda tenemos la gran D de demanda, una relación de eso con el gran Otro que figura en el grafo del deseo, y el «rombito» es la articulación de ese gran Otro con el deseo.

Después veremos las flechas de ida y vuelta.

Tienen un matema que está en el grafo: la significación como efecto de ese gran Otro y la gran I del Ideal. No está completo pero está sugerido. Recuerden que en el grafo es lo que queda en la punta final está la relación imaginaria, que es usada, acá está el gran Otro.

La gran D de demanda está en lo que es ese barrado rombo d. No está el significante del otro barrado. Sí está en la última del grafo, que tiene que ver más con la cuestión real del deseo. Eso está. Y la significación del otro. Aquí, la pequeña d de deseo y acá la relación de sujeto y deseo.

Los remito al grafo de la página 349 de este Seminario (Ed. Paidós) para «refrescarlo».

No está armado así para Lacan todavía completo pero es en este mismo año que lo hace. Esto se va a llamar el grafo del deseo.

Pero tiene muchos recorridos. Esto es interesante para ver los recorridos que uno puede hacer. De deseo más vertiente imaginaria, más vertiente simbólica y el enigma de la vertiente real. Por eso les recomendé en ese orden.

Bien, ahora le daremos menos importancia al grafo y más a estas tres fórmulas. Porque en general, en el grafo es necesario con que cada uno descifre un poco qué es cada letra. Y que hay dos pisos. Pero está lleno de flechas o sea que Lacan lo hizo para hacer recorridos. Y todos los recorridos son importantes tal como se van presentando clínicamente.

Estas fórmulas funcionan más bien como un «juego». Llego hasta A, no quiero, subo, sigo, me voy más arriba pero vuelvo a bajar. Como un juego.

Mientras Lacan va explicando las letritas, nos dice algo fundamental de lo que él escribe con dos flechas de sentido contrario. Eso hay que tomarlo en el sentido de: «¡genial! Vamos a realizar el deseo!» La primera flecha me hace avanzar. Para realizarlo me constituyo como objeto del significante, con un objeto. Vamos adelante y viene como una especie de fuerza contraria que en ese sentido deja la realización del deseo en suspenso en los tres niveles.

Pero si vienen del otro lado, o sea, empiezan por la derecha, que es lo que hacemos todos los días:Yo voy a realizar mi deseo. ¡Adelante! Vas a necesitar una imagen para eso. Y cuando vas a realizarlo, te viene una fuerza en contra, más oscura, la del sujeto del inconsciente… Así que si lo situamos como deseo del imaginario, viene el contrario(desde el inconsciente) y me dice «hasta aquí!»

Eso es lo que significan las flechas. Y un punto que él señala, muy importante que en el fondo la conexión es ese pequeño a. Por eso es interesante mantener un poco la dimensión de que está constituido por la fuerza que tiene la imagen del semejante en lo imaginario, aunque después los elabore, más allá de eso como el objeto a propiamente dicho.

FUENTE: LACAN, J. EL SEMINARIO LIBRO 5, LAS FORMACIONES DEL INCONSCIENTE. ED. PAIDÓS.