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Función paterna, Edipo y sexuación

Publicado por Betina Ganim

el deseo del anlaista y la contraTr

La clase IX del Seminario 5 (Las formaciones del inconsciente) de Jacques Lacan nos permite avanzar en relación al significante del Nombre del padre, que venía introduciendo en este mismo seminario en clases anteriores.

Dice que él se dedicará ese año (1957-1958) a hablar de cuestiones de estructura; es decir, si habla de las formaciones del inconsciente es en tanto estas formaciones comparten una estructura que él se dedica a transmitir. Una estructura que no es más que la del inconsciente. Recordemos la máxima con la que inauguraba su enseñanza cinco años antes: el inconsciente está estructurado como un lenguaje.

Lo cierto es que se habla muy livianamente de la metáfora paterna, ya se ha hecho algo cotidiano en la parroquia psicoanalítica, ¿pero de qué se trata? Lo que nos dice Lacan en esta clase es que claramente tiene que ver con la función del padre. Con la función, esto es importante destacarlo. La función paterna.

Esta cuestión tiene toda su importancia en la historia del psicoanálisis, encontrándose fundamentalmente en el centro del Edipo. Freud introduce esta cuestión ya desde el principio, desde su texto «La interpretación de los sueños»; por lo que podemos decir que ya de entrada el inconsciente revela el Edipo. ¿Cómo? Tenemos ese dato maravillosos que nos aporta Freud que es la amnesia infantil.

La amnesia infantil es precisamente la que incide sobre esos deseos del niño por la madre, deseos que son reprimidos. Esos deseos, dirá Freud, aunque reprimidos, están muy presentes, o que se verifica en la clínica.

Lacan, por su parte, retomando esta cuestión, nos habla de tres puntos en la historia del Edipo:

1) El Edipo tiene una función normalizadora. Y recorre mínimamente el debate de si existe neurosis sin Edipo. En este planteo ubica los casos excepcionales y el debate superyó paterno-superyó materno.

2) Lo preedípico. Aquí ubica toda la clínica que podría referirnos a esta cuestión. Ya Freud en sus «Tres Ensayos para una teoría sexual» daba cuenta de la enorme importancia de la etapa preedípica -una importancia que no es tal sin el Edipo, es decir, se trata de una importancia retroactiva de lo preedípico. En este campo muchos situaban el campo de las perversiones y las psicosis. Lo que Lacan plantea es que cualquiera sea el caso, se trata de lo imaginario, no tanto en cómo él plantea «lo imaginario», sino más bien en relación a la importancia que lo imaginario tiene en esas patologías en las que la realidad está perturbada por imágenes: una invasión de lo imaginario.

3) La relación del Edipo con la «genitalidad». No es para nada lo mismo, nos dice Lacan, y sigue exactamente a Freud. Por un lado el Edipo es normativo, pero no en relación a lo moral del sujeto, sino más bien que lo que normativa es la asunción del sexo.

En relación a este último punto, Lacan plantea una doble cuestión respecto del complejo de Edipo y la genitalización:

a) La cuestión decla maduración genital;

b) La asunción del sexo, por parte del sujeto. Esto es: que el varón asuma un tipo viril y la mujer asuma un tipo femenino. Dos posiciones asociadas al Edipo y al Ideal del yo.

Seguiremos esta semana con este tema, tal como Lacan lo aborda en dicho Seminario.

FUENTE: LACAN, J. EL SEMINARIO. LIBRO 5. LAS FORMACIONES DEL INCONSCIENTE. CLASE IX. ED. PAIDÓS.