Psicología

La Cosa

Publicado por Betina Ganim

Como les venía diciendo en los posts anteriores relacionados al superyó, lo interesante para no perdernos, en principio, y antes de hablar de La Cosala cosa, es separar falo (en tanto significante, efecto de la metáfora paterna) del goce.

De lo que se trata es de cierta captura del goce por el significante; una captura del significante que a la vez limita el goce.

Es decir, que el goce (fálico) ya es un tratamietno del goce por el significante. Se trata de la castración del goce en su pureza.

El goce fálico, que tiene su paradigma en el el goce masturbatorio, es el que se tiende a prohibir, a reglamentar, porque no es sociable este goce, en tanto no se relaciona al otro.

Dije ya en otro post, que respecto del goce no puede decirse -como del deseo- que es del Otro. En cualquier caso, es de Uno. El Uno fálico, un Uno que se basta solo.

Tampoco el placer y goce son la misma cosa. El goce, lejos de dar placer nos pone en una relación antinómica con el «bienestar», llevando a veces al dolor; eso se comprueba todo el tiempo. Ya Freud nos habla de esto cunado introduce la pulsión de muerte.

Lacan, por su parte, nos dice que el principio del placer tiene que ver con el dormir, y el goce se vincula al despertar.

Siguiendo con esta necesariedad de separar «significante» y goce», J-A Miller en su Conferencia «Teoría de los goces», nos refresca un poco alegando que durante mucho tiempo se le dio a Lacan una importancoa centrada solo en la lógica del significante, el Lacan que ubicaba al analista en una Otra posición desde donde poder operar interpretando el inconsciente del sujeto.

Durante mucho tiempo en la comunidad psicoanalítica nos encontramos con analistas que bajo el yugo del primer Lacan, digamos, no cesaban de interpretar e interpretar vía significante, olvidándose de un Lacan ulterior, que es el que tenemos que rescatar para ubicarnos actualmente.

El último Lacan, por llamarlo de una manera, es el Lacan ocupado en el goce. El goce está justamente por fuera de todo ese campo del que se había ocupado los primeros años de su enseñanza.

De Freud, Jacques Lacan extrae la Cosa, el Das Ding freudiano, de la que se ocupó ampliamente en su Seminario 7, La Ética del Psicoanálisis (1959-1960)

En un principio, La Cosa es lo que no se tolera, en tanto está estructurada de una manera que nada tiene que ver con la estructura del significante. Y que ese goce que implica, es tal por estar por fuero del Otro, por fuera de lo simbólico; por fuera de la palabra y del lenguaje.

Así, de la misma manera, queda por fuera del campo del saber.

Lo importante, para terminar, es que debe quedar claro, siguiendo a Lacan, que el psicoanálisis no queda para nada reducido a la palabra y al lenguaje.

El haber restituido el concepto de goce, le permitió a Lacan reconfigurar su axioma de que «el inconsciente está estructurado como un lenguaje»(1953)

Pero no la descarta. Como siempre digo, «reconfigurar» la clínica no implica dejar de leer al primer Lacan, ni mucho menos desechar conceptos previos.

Hasta aquí este condensado planteo sobre el goce. Seguiré en el tema en el siguiente post.

FUENTE: MILLER,J-A. «Recorrido de Lacan. Ocho Conferencias»