Psicología

Lazos

Publicado por Betina Ganim

Una de las versiones que se le puede adjudicar al lazo social es aquella que existe entre el hombre y la mujer.

lazos

Lacan, en su Seminario 17, El reverso del psicoanálisis, introduce los discursos, como modos de hacer lazo social. El discurso como eso que es capaz de conectar dos cosas separadas, constituido por elementos autónomos, lugares fijos, y una dirección determinada.

No me detendré esta vez en cada uno de estos discursos, sino que el planteo es que supuestamente esta maquinaria haría posible el lazo social entre los sexos. Y que funcionara.

Sin embargo, lo que Lacan plantea es que estos discursos no son otra cosa que ficción que da cuenta del vínculo entre los sexos solo a nivel imaginario-simbólico.

Ese lazo entre el hombre y la mujer, en lo que al psicoanálisis refiere, no podemos plantearlo ni en términos biológicos, ni teológicos ni culturales, sino lógicos.

En la vida amorosa hay una lógica.

La categoría de «semblante» (imaginario-simbólico) solo se sostiene en relación a lo real(no a la realidad) que lo agujerea.

Si vamos a lo real en psicoanálisis, en el Seminario 18, De un discurso que no fuera del semblante, tenemos una noción del «fantasma» como eso que que da cuenta de lo real, lo que resiste, que no es susceptible de sentido, que escapa al sentido.

Para el psicoanálisis, hombre y mujer, lejos de ser considerados categorías preestablecidas(ya sea genética o culturalmente) son significantes; elementos que forman parte de lo simbólico. Son semblantes que sirven a crear lazo.

No hay relación sexual: no hay relación entre los sexos. Los sujetos se comprometen, en todo caso con la relación con un modo de goce particular. Es así que «no se entiende», desde lo imaginario-simbólico (a nivel del semblante) cómo esa mujer puede estar con ese hombre»…

Es que cada uno, por separado, hombre y mujer, responden a un imperativo de goce singular, y a la lógica de la sexuación a la que responden.

Entramos entonces a la problemática falo-castración. El sexo se inscribe en el inconsciente en función de la relación al falo: lo soy o lo tengo.

Él se inscribe, se apunta a un solo sexo, ese que está provisto de falo, lo tiene. Una mujer, entonces no está apuntada en él.

la incidencia del falo en la mujer nos lleva a la cuestión del semblante, la mascarada, a manera de señuelo que causa el deseo en el Otro.

Si hay lazo entre ellos es por el fantasma. Esa fórmula del fantasma es la que se escribe sobre la ausencia de relación sexual, protegiendo al sujeto contra lo imposible de la escritura de la relación.

Sujeto barrado losange objeto a: el objeto a apunta a colmar la falta. Pero ese objeto permanece inaccesible para el neurótico, introduciendo así un «menos» imposible de eliminar en la contaduría del goce. Aquí se ubica al síntoma como respuesta del sujeto ante esa imposibilidad, en tanto respuesta que retorna, retorno de goce.

El síntoma, en resumen, como un «más» de goce que un sujeto neurótico produce con el intento de recuperar el goce perdido que incluye el discurso.

FUENTE: SCILICET. Semblantes y sinthome. AMP, 2010