¿Lo mismo?

Esta semana decidí partir de una viñeta clínica para transmitir un poco de qué se trata esta lógica de la cura, sus recorridos -que por supuesto tienen toda su singularidad. Y la clínica es lo que nos verifica lo que trabajamos teóricamente desde la obra de Freud y la enseñanza de Lacan.

El paciente, les comenté en el post anterior, ahora estaba angustiado, pero era una angustia nueva, dándose cuenta que es el ser más vacío y que se le ha ido la vida por poner su ser ahí…Es esa la idea de compresión que les quiero transmitir, que no ha cambiado, que está igual; pero el efecto subjetivo de esa verificación, es que esa angustia «nueva» produce una escisión. Por detrás no tiene más que una mirada; la misma mirada de las escenas infantiles que ha relatado a lo largo de su análisis, la del padre, la de la madre…

Ahora bien, es ese mismo punto lo que llamamos el Ideal obsesivo: tener una singularidad que esté por fuera de la Tierra. Con ese mismo punto se fabrican toda una suerte de ideales concretos; de actitudes, por ejemplo en los estudios, de tener siempre en el fondo esos deseos de ser «sobresaliente», una gran proeza intelectual o una gran proeza amorosa, da igual, gran proeza para el Otro. Y eso nunca funciona así, porque sienten que lo que van haciendo, todas esas proezas dirigidas al Otro, no las reconoce en absoluto como provenientes de ellos mismos.

Puede ser un libreto de toda una vida, pero cuando se mueve -no es que se «cure» – la tarea por la cual las formas, las figuras de ese lugar se van cayendo, por desplazamiento que se da en el paso 2 de un análisis, y van dejando al sujeto vaciado de ideas, de fantasías, ya no hay grandes proezas, ni tampoco ese lugar de fantasías concretas, la masturbación incluso, esas gratificaciones de todo tipo que el obsesivo de sa en ese mundo que se fabrica, aislado. Y queda el vacío de sus lee ligado a ese Ideal y una mirada vacía.

Es un ejemplo clínico que traigo para dar cuenta del impacto que tuvo la elaboración de su neurosis en el recorrido analítico. Ya en la primera entrevista este paciente decía que venía porque se «descolgaba del mundo»; y podemos decir que al final resulta que es lo mismo… Pero ¿en qué no es lo mismo? Que él descubre en su recorrido que es eso, que siempre fue eso,. que lo mismo le pasaba en el colegio, o en la Iglesia; todo eso empieza a ser vivido en una especie de terrible precipitación donde todo eso toma la lógica de la repetición de una posición.

Eso sería el clima de su aparato inconsciente, por decirlo de alguna manera, los significantes, el problema con su nombre, el origen de su familia, etc… cómo todo eso se mezcló en su vida y la posición que él tomó respecto de eso.

Para Lacan, el dato de esa angustia implica una posibilidad de franquear todo eso; un franqueamiento que nada tiene que ver con que eso no retorne; sino que implica la caída de una ilusión.

fuente: INDART, J.C. «LA LÓGICA DE LA CURA» SEMINARIO, 1993