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Neurosis traumáticas

Publicado por Betina Ganim

Ya hemos dicho, siguiendo a Freud, que el sueño es la via regia de acceso al inconsciente; el camino más directo para investigar sobre la vida psíquica.

En el caso de las Neurosis traumáticas, de las que hemos introducido en el post anterior(los remito a este) la vida onírica de quienes padecen de esta neurosis, el sueño tiene la característica de hacerlo retornar continuamente al momento del hecho traumático. Esto hace despertar al sujeto, con un susto.

Un retorno a ese acontecimiento, a ese “accidente” dice Freud. Es frecuente esto en pacientes que sueñan todo el tiempo con ese momento traumático.

En “Más allá del principio del placer”, texto en el que nos estamos apoyando para esta serie de artículos, Freud dice que esto es más importante de lo que se cree; que los sueños de estos pacientes muestran en ellos una “fijación al trauma”.

¿Qué nos quiere decir Freud con esto de “fijación al trauma”?

Se retrotrae a sus trabajos “precientíficos” con Breuer -a 1893 específicamente- que fue cuando escribieron “El mecanismo psíquico de los fenómenos histéricos” y donde describían que “los histéricos sufren de recuerdos”.

Lo que Freud comprueba en su experiencia con pacientes que padecen neurosis traumáticas, que no se ocupan de este acontecimiento en su vida cotidiana despierta, incluso hacen un esfuerzo por no pensar en ello; sino más bien que eso retorna en los sueños.

Pero, nos advierte Freud, no alcanza con plantear que el sueño reintegra al enfermos a la situación accidental traumática. Incluso esa teoría va en contra de la función del sueño: realizar deseos. En todo caso, dice Freud, estos pacientes deberían soñar con que ello no hubiera sucedido nunca…o deberían soñar con que eso no existiera en sus vidas.

Es entonces que Freud plantea la hipótesis de que con el acontecimeinto traumático, el sueño sufre modificaciones en cuanto a su función… Y decide dejar de lado el tema, por la oscuridad que reviste.

La relación entre el sueño y el trauma es un tema complejo y aún objeto de estudio en la psicología moderna. Algunos estudios recientes sugieren que los sueños pueden desempeñar un papel en la consolidación de los recuerdos traumáticos, lo que podría explicar por qué los pacientes con neurosis traumáticas a menudo experimentan sueños recurrentes sobre el evento traumático.

Lo cierto es que desde la psiquiatría moderna tenemos el diagnóstico de TEPT, Tratorno por estrés postrumático”, que junto a otros trastornos forman parte de los “Trastornos de Ansiedad”. Así, el TEPT es un tipo de respuesta ansiosa, determinada por alguna situación traumática.

La cuestión es que lo que entiende la psiquiatría moderna por trauma no se acerca en sus fundamentos a lo que plantea el psicoanálisis.

Lo traumático para la psiquiatría moderna se trata de respuestas emocionales a situaciones estresantes. Así, para todos.

En psicoanálisis, se trata de algo diferente. Ya que no hay nada más singular que el acontecimiento traumático para cada sujeto. No podemos hacer una lista de acontecimientos traumáticos, porque se sabe que lo que para uno puede ser “traumático”, para otro puede serle indiferente.

En psicoanálisis lo traumático tiene que ver con cómo se inscribe lo real de ese trauma, en la singularidad inconsciente de cada sujeto.

Pero bueno, en Freud encontramos dos teorías del trauma, y en Lacan encontramos toda un reformulación de este tema, a partir de su novedad, que fue el pequeño objeto a.

El psicoanálisis, a diferencia de la psiquiatría, no busca eliminar el trauma, sino ayudar al sujeto a integrarlo en su vida de una manera que le permita seguir adelante. Esto puede implicar ayudar al sujeto a reinterpretar el evento traumático, a entender cómo ha afectado su vida y a encontrar formas de manejar sus efectos. En este sentido, el psicoanálisis puede ofrecer una perspectiva única y valiosa sobre el trauma y su tratamiento.