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Semblante fálico

Publicado por Betina Ganim

En el Seminario 18 “De un discurso que no fuera del semblante”, asistimos a una redefinición del falo y de etapa fálica: El Falo como semblante del goce sexual.

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Si pasamos por el tamiz del lenguaje, como hemos visto en posts anteriores, hay dos posiciones relativas al Falo: ser y tener.

La introducción de la categoría de semblante, la podemos leer desde el curso de J-A Miller (La naturaleza de los semblantes) ya que los primeros capítulos siguen las clases del Seminario 18 de Lacan.

Allí tenemos la noción de Falo como aplicación de la categoría de semblante. El Falo es un semblante; es el semblante del goce sexual. El Falo es el Goce sexual en tanto está coordinado y es solidario del semblante.

La categoría de semblante agrupa lo simbólico y lo imaginario, porque la preocupación de Lacan es separar estos dos registros, de lo real. Es así que lo que agruparía estos dos registros es su distancia respecto de lo real.

Lacan busca un discurso que pudiera ser de lo real, y no del semblante.

Lacan, a esta altura, se pregunta qué tiene de real el mito edípico y el mito de la Horda Primitiva. De repente todo se transforma en semblante.

Los semblantes están en la naturaleza; se pueden ubicar en ella ejemplos de semblantes: lo que da Lacan son las constelaciones, los meteoros, los fenómenos atmosféricos como truenos, el arco iris, etc.

El antecedente de la noción de semblante está en el Seminario 3, las Psicosis, más precisamente en el último capítulo, donde tenemos la idea del falo como un semblante.

En el Seminario 2 Lacan hace un estudio de las constelaciones ¿por qué tienen esas formas? Hay una puesta en relación del ser hablante con esos fenómenos. En la Astrología los planetas hablan.

Si decimos que el arco iris un semblante, esta categoría no se reduce a ser un significante.

Los astros son una Gestalt llamativa, una imagen, pero no se reduce a ello, porque los astros dicen algo al ser hablante. El significante quiere decir algo, más allá del efecto de significación (qué quiere decir ese significante)

La categoría de semblante no es querer decir algo simplemente. El semblante engendra la suposición de un sujeto.

El semblante tiene esa propiedad de presentarse solo, tiene una existencia súbita. Es una formación simbólico-imaginaria que induce al campo de la enunciación. Es una pura enunciación. Por ejemplo, un síntoma engendra una enunciación.

Tenemos la ostentación, por ejemplo, que es cuando el semblante se incluye en un discurso. El semblante puede ser ostentación del Amo, u ostentación sexual (semblante de varón o de mujer como una imagen que dice algo)

La diferencia del ser hablante con los animales es que aquellos se organizan en un sistema de relaciones sociales. El semblante es susceptible de incluirse en un discurso.

El Falo como un semblante es lo que aparenta el goce sexual; el falo como un semblante engendra el campo del sentido sexual, de la significancia sexual (del campo del sentido, pero sin abrocharse) Sin él no tendríamos idea del goce sexual; si la tenemos es por la existencia del semblante del falo.

Lacan dice que ser hombre es ver el semblante del goce sexual en una mujer; y ser mujer es ver el semblante del goce sexual en un hombre.

El Falo es entonces un goce fuera del cuerpo, encarnado en otro cuerpo; por un lado aparece separado del cuerpo; y por otro lado, aparece encarnado en el Otro. Eso es lo que lo castra: que está en el Otro.

Aquí es donde empieza el drama de la castración.

FUENTE: SUAREZ, NESTOR E. Seminario «Lacan contra Todo» (inédito)