Transferencia y acting out
Es a partir del acting out que Lacan va a producir una nueva teoría sobre la transferencia.
Como les dije en el post anterior, Lacan va poniendo en correlación el acting out con la transferencia, y empezamos a encontrarnos con sorpresas en cuanto a muchas de las indicaciones que da Lacan para el acting out que valen estrictamente, de la misma manera para la transferencia.
Por ejemplo ¿qué hacer con el acting out? ¿qué hacer con la transferencia?¿Cómo manejar la transferencia? Y de la misma manera nos preguntamos ¿qué hacemos con el acting out? ¿Cómo trabajamos con el acting out?
Teóricamente, Lacan elimina todos los aspectos imaginarios del montaje de la escena del acting out, dejando de lado todo eso, porque con el acting out todo lo que quería hacer era designar al objeto.
Tenemos la estructura de lo que se pone en juego en el acting out que es justamente el objeto como causa -diferente al objeto como objetivos, en tanto el sujeto está delante y el objeto puesto por detrás.
El acting designa el objeto -pero no lo representa, porque este objeto no es representable ni es imaginarizable.
También vimos en la entrada anterior, respecto del acting out, esa necesariedad de la dirección al Otro; pero no a Otro de la demanda, sino al lugar del Otro como causa del deseo.
Esto sería esquemáticamente lo más particular del acting out.
Entonces tenemos una nueva versión de la transferencia, porque uno está acostumbrado a las cuestiones más mostrativas de la transferencia, la cuestión de la reedición, de la imago, de los seres queridos en la persona del analista, etc.
Pero el tema es que a partir de esta equivalencia, de aplicar los mismos criterios que en el acting out, dejando de lado por un momento los componentes imaginarios (las «escenas», los «numeritos» que se montan), incluso en este punto los componentes simbólicos ¿Qué nos queda?, nos queda nuevamente el tema de lo que uno es para el deseo del Otro, ¿qué valor tiene mi deseo en la transferencia, para el Otro?
Lo que está poniendo en juego aquí Lacan es una dimensión de la transferencia real; y esto lo muestra en el Seminario 11, cuando presenta estos cuatro conceptos (inconsciente, transferencia, pulsión y repetición) y toma al Inconsciente. Allí encontramos un capítulo que es muy ilustrativo desde el título ya, y que se llama “El Inconsciente freudiano y el nuestro”; ya desde el título nos muestra que aquí pasan cosas nuevas…
Pero seguiremos con esta cuestión en el siguiente post, en el que intentaré presentar esto que conocemos como «el inconsciente lacaniano», y que tenemos su formalización en el Seminario lacaniano «Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis», durante el año 1964. Un año que tiene toda su importancia y su impronta a lo que hace al movimiento psicoanalítico y la política en juego.
Unos llaman a este segundo período en la enseñanza de Lacan, un «segundo retorno a Freud». Pero de esto ya les he hablado en otras oportunidades; me interesa ahora meterme un poco en lo que sigue: de qué se trata cuando decimos «el inconsciente lacaniano»?
FUENTE: Lachevsky, J. Seminario Responder a la angustia, inédito.
