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Técnica de Meditación

Publicado por Malena

Es indispensable la concentración en la meditación

Técnica de Meditación

No hay una sola forma de practicar meditación, porque no existe un solo método, ni tampoco es algo que se pueda enseñar con precisión.

Cada persona puede tener su manera propia de lograrlo, la que le resulta más fácil, luego de aprender los conceptos básicos para relajarse adecuadamente.

Como todo aprendizaje, a medida que se practica se afianza y se logra hacerlo mejor, convirtiéndose en un saludable hábito que ayudará a mantener el cuerpo y la mente relajados, todo el día.

Se puede decir que la persona que logra concentrarse en algo específico, pierde la noción del tiempo, puede percibir su conexión con su verdadero centro, y llegar a sentir su relación con el todo.

El hábito de la práctica de la meditación lleva a un estado de conciencia que puede cambiar la vida, la forma de actuar, de pensar y de ser, puede ayudar a cumplir los propósitos, a ampliar la percepción y a abrir la mente.

Meditar es lo mismo que orar. La oración logra los mismos resultados, si se aprende a concentrarse en ella en forma adecuada.

Una plegaria repetida muchas veces, con devoción y concentración, como por ejemplo la práctica de los católicos de rezar el rosario, lleva a lograr los mismos resultados que la práctica de la meditación.

Bailar al compás de un sonido monótono producido por instrumentos de percusión, también puede llevar a estados alterados de conciencia que permite ver la realidad desde otra perspectiva.

Una de las técnicas de la meditación proveniente de la práctica del Yoga, es la que se obtiene concentrando la atención en la propia respiración normal.

Este procedimiento resulta sencillo y fácil para la mayoría para lograr la relajación del cuerpo y la mente.

Una vez que se logra relajar el cuerpo de cabeza a pies, visualizando cada parte del cuerpo, y se logra aquietar la mente, se podrán experimentar niveles de conciencia más y más profundos.

Siéntate en una posición cómoda eligiendo para ello un lugar tranquilo, libre de ruidos molestos y de interrupciones inoportunas, y cierra los ojos.

Relaja tu cuerpo de cabeza a pies, tratando de sentir y visualizar cada parte de tu cuerpo.

Cuenta del diez al uno sintiéndote cada vez más y más relajado.

Cuando te encuentres absolutamente relajado físicamente, comienza a observar tu respiración normal sin tratar de controlarla, concentrándote únicamente en ella.

Es probable que tu respiración cambie su ritmo, parezca detenerse, o se haga más profunda, espontáneamente.

Sin importar qué cambios observes en tu respiración, no trates de controlarla ni cambiarla.

Te darás cuenta que sin quererlo tu atención se fijará en otros pensamientos que involuntariamente irrumpen en tu mente, o en ruidos que llegan del exterior.

Al notar este cambio de objeto de tu atención, sin preocuparte, intenta volver lentamente a concentrarla nuevamente en la respiración, las veces que sean necesarias.

Realiza esta práctica alrededor de 15 minutos, luego de los cuales trata de permanecer sentado con toda comodidad otros dos o tres minutos más, volviendo a la actividad normal, poco a poco.

Cinco minutos de meditación dos veces por día es bueno, diez minutos es mejor, quince minutos es excelente.

Cada vez que te sientas molesto o contrariado, puedes practicar una breve meditación también durante el día, con los ojos abiertos fijos en un punto, en la oficina, en el ómnibus, en cualquier parte donde te encuentres.

La meditación puede producir distintas experiencias y sensaciones.

Puedes sentirte aburrido o inquieto y con la mente llena de pensamientos, señal que estás liberando tensiones profundas.

También puedes quedarte dormido, y esto es señal que no duermes lo suficiente.

Pero tal vez tengas la oportunidad de penetrar en el silencio profundo, más allá de cualquier sonido, más allá de tu propia respiración y más allá de tus pensamientos.

Si no estás muy cansado, cuidas y respetas tu vida y realizas todos los días esta meditación no hay ninguna duda que podrás lograr entrar en contacto con tu ser interior.

Llegarás hasta lo más profundo de tu inteligencia interior, fuente de toda creatividad e inspiración, que es la que refleja la sabiduría del universo.

Aprende a confiar de esta sabiduría y podrás cumplir todos tus deseos.