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Micro Emprendimientos

Publicado por Malena

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En 1999 se creó en la provincia de Salta, Argentina, la Fundación Impulsar; una institución de micro créditos, sin fines de lucro, financiada con recursos provenientes de empresas privadas, destinada a ayudar a jóvenes emprendedores de 18 a 35 años que no pueden acceder a otro tipo de préstamo, a iniciarse como empresarios.

Actualmente esta auspiciosa iniciativa ha extendido su radio de acción a la ciudad de Tartagal, y a las provincias de Córdoba, Mendoza, Tucumán y San Luis; y recientemente también a Buenos Aires.

Este sistema otorga préstamos de hasta siete mil pesos sin intereses ni garantías, e incentivos por cumplimiento del pago de las cuotas de amortización a término.

Cada uno de los beneficiarios cuenta con la guía de un mentor durante tres años, que lo capacitará en el diseño y desenvolvimiento de la empresa.

Para la ejecución de este programa la acción comienza convocando a los interesados en desarrollar iniciativas, en el área que les interesa y que les permita hacer lo que les gusta en forma independiente, para poder competir en el mercado.

Los candidatos tienen la oportunidad de acceder a entrevistas personales para exponer sus proyectos e incorporarse a un plan de capacitación; para que finalmente se pueda resolver el otorgamiento del crédito en base a la entrega del proyecto en forma escrita.

Esta fundación, que dirige Eleonora Ruiz Huidobro, ha concedido hasta la fecha, préstamos por un total de un millón ochocientos mil pesos.

Este es un proyecto inspirado en una organización similar del Reino Unido, denominada “The Prince´s Trust”, dirigida por el príncipe de Gales, que comenzó a funcionar en 1983 y ya ha ayudado a más de sesenta mil jóvenes a iniciarse como empresarios y que además generó en ese país más de ciento cincuenta mil puestos de trabajo.

Dentro del proyecto local, en Tucumán, Argentina, por ejemplo, el joven German Vazquez, se inició con su taller se serigrafía con un crédito de cuatro mil ochocientos pesos; para adquirir la maquinaria y el material necesarios para producir tarjetas, cartelería y demás productos destinados a publicitar la imagen de una empresa, y ya cuenta con varias instituciones importantes como clientes.

Para German fue la oportunidad de iniciarse en su negocio y de recibir la guía de un mentor, quien tenía la tarea de señalarle importantes aspectos a tener en cuenta para la evolución de su empresa.

Camila Azán, que es salteña y fabricante de escobas, como su padre, también pudo avanzar en el desarrollo de esta actividad que se encontraba estancada por sucesivas crisis. Con la ayuda de la Fundación pudo salvar la pequeña empresa familiar, comprando la materia prima necesaria para reactivarla en un momento en que su padre ya no estaba en condiciones de hacerlo.

Camila no solo reactivó la fábrica de escobas sino que le devolvió la sonrisa a su padre, que la había perdido cuando vio que se derrumbaban muchos años de trabajo.

Néstor Diaz, un cordobés que fabrica ropa para bebés, con el crédito recibido compró una máquina de coser industrial y otros elementos que necesitaba, incrementó su producción y su mercado y ahora es dueño de una marca de ropa infantil que llega a darle trabajo a doce personas.

Manuel Reynoso, de San Luis, puso en marcha su propia fábrica de pastas con el préstamo, instaló su negocio y hoy se enorgullece de no dar abasto con las ventas y con su sueño de crear una gran empresa.

La Fundación Impulsar tiene su Sede en Av. Leandro N. Além 661 – 1er.Piso, Capital Federal. Dirección Web http://www.fundacionimpulsar.org.ar

Fuente: “La Nación Revista”, Nota sobre la Fundación Impulsar, por Silvia Stang, año 2009