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Reproducción Artificial

Publicado por Malena

Los resultados de una amplia investigación sobre las consecuencias de la concepción artificial, muestran que la técnica denominada ICSI aumenta las probabilidades de que nazcan bebés con defectos congénitos.

El primer nacimiento que se produjo en el mundo mediante una técnica de fertilización asistida fue el de Louis Brown, en 1978; pero los efectos de estas técnicas artificiales aún se siguen investigando.

Un estudio realizado en Australia que se publicó recientemente, revela que los niños nacidos mediante ciertas técnicas de fertilización asistida tienen un mayor riesgo de defectos congénitos graves.

Además, se ha observado que la edad de los padres puede influir en la salud del bebé. En particular, la edad avanzada del padre puede aumentar el riesgo de ciertos defectos congénitos y trastornos genéticos. Esto se debe a que a medida que los hombres envejecen, la calidad de su esperma puede disminuir, lo que puede aumentar el riesgo de anomalías cromosómicas en los bebés.

En general, todas las técnicas que se utilizan para la reproducción asistida están asociadas a una mayor probabilidad de malformaciones congénitas, sin embargo, hay significativas diferencias entre ellas.

Esto es lo que afirma el Dr. Michael Davies, investigador de la Universidad de Adelaide, Australia, autor del estudio publicado «on line», en la revista The New England Journal of Medicine.

Se analizaron más de trescientos mil recién nacidos y se pudo comprobar que los bebés concebidos naturalmente tuvieron un riesgo de defectos congénitos del 5,8%, mientras el de los nacidos mediante técnicas de fertilización asistida fue del 8,3%.

La diferencia no parece significativa, pero cuando se tienen en cuenta otras variables relacionadas, como factores que presenta la pareja y la técnica utilizada, estos porcentajes aumentan.

Una historia de infertilidad también está asociada con defectos congénitos, pero el mayor riesgo relacionado con la implementación de otros tratamientos no se puede explicar por variables relacionadas con el paciente.

La técnica ICSI incrementa un 57% el riesgo de defectos congénitos severos, como parálisis cerebral o malformaciones cardiacas y respiratorias, entre otros. Esta técnica consiste en inyectar el espermatozoide dentro del óvulo; en cambio en la técnica FIV convencional se coloca un óvulo y varios espermatozoides en la placa de cultivo.

Se pudo observar en el estudio realizado en Australia, que el riesgo de defectos congénitos disminuye con la técnica ICS; si se congelan los embriones antes de ser implantados en el útero materno.

El Dr. Davies supone que los embriones que sobreviven a este proceso de congelamiento y descongelamiento son los más fuertes, mientras los que tienen alguna dificultad en su desarrollo no sobreviven.

Además, se ha descubierto que ciertos factores ambientales y de estilo de vida pueden aumentar el riesgo de defectos congénitos en los bebés concebidos mediante técnicas de reproducción asistida. Estos factores incluyen el consumo de alcohol y tabaco, la exposición a ciertos productos químicos y medicamentos, y ciertas condiciones de salud de la madre, como la diabetes y la obesidad.

El problema de los defectos congénitos asociados a las técnicas de fertilización asistida han motivado a los científicos a realizar más de mil quinientos trabajos de investigación.

Algunos de los resultados más relevantes son: un incremento de abortos, partos múltiples, partos prematuros y bebés de bajo peso; pero, Vanesa Rawe, doctora en biología de la reproducción y directora de Reprotec, sostiene que en cuanto al riesgo de malformaciones congénitas hay menos concordancia. Por ejemplo la técnica ICSI, es un recurso que se utiliza generalmente cuando hay falta de espermatozoides o escasa cantidad, con malformaciones; y es probable que el uso de espermatozoides defectuosos sea la causa de los problemas en los recién nacidos.

El Dr. Fernando Neuspiller, director de IVI, Buenos Aires, señala que también fue evaluada la incidencia de defectos congénitos en niños nacidos de madres que se sometieron a tratamientos en anteriores embarazos.

Esto indica que el riesgo de defectos congénitos puede no estar asociado solamente a la técnica sino a la condición en que se encuentran los progenitores.

El uso casero de citrato de clomifeno para la estimulación ovárica; la transferencia intrafalopiana de gametas y la inseminación intrauterina, también se asocian a un riesgo mayor de defectos congénitos.

Todo esto confirma una vez más que la selección de espermatozoides que se produce en la concepción natural es el método más seguro, que difícilmente se pueda igualar en un laboratorio, ya que después de la eyaculación, millones de ellos inician una carrera hacia el óvulo al que sólo llega uno, que naturalmente es el más fuerte de todos.

Creo que por alguna razón, incluso desconocida para los mismos protagonistas, algunas parejas son estériles y no siempre por razones orgánicas; a veces porque por un lado desean un hijo pero por otro lo rechazan; y la naturaleza no responde cuando los mensajes que recibe son contradictorios.

Fuente: «La Nación»; Sociedad; «La fertilización asistida, más riesgosa»; Sebastián A.Rios.