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Indicaciones para realizar una catarsis emocional

Publicado por María Gómez

anger-18658_1280Nos pasamos la vida intentando controlar nuestras emociones para ser (y parecer) mentalmente equilibrados. Sin embargo, el día a día nos produce un torbellino de sentimientos que es necesario expulsar, precisamente para conservar la cordura y mantener una mente saludable.

Aunque la educación, el civismo, y las normas básicas de convivencia suelen llevar implícito que no se deben exteriorizar demasiado las emociones negativas en público a pesar de que en nuestro interior haya un volcán con litros de lava a punto de salir por cada poro de nuestra piel. Reprimirlas durante un tiempo determinado puede generar otros trastornos o bloqueos emocionales importantes. No es posible negarse a sí mismo constantemente sin que nuestro yo más íntimo se vea perjudicado.

Es por ésto que proponemos hoy al lector la práctica periódica de la catarsis emocional. Cuando sientas que no puedes aguantar más lo que llevas dentro, que se está convirtiendo en algo tan venenoso como la picadura de un escorpión y que vas a colapsar en cualquier momento, es que ha llegado la hora de que lo saques fuera, de que exteriorices y vacíes toda esa basura.

No es más que una explosión emocional que canaliza todas las sensaciones que nos han estado embargando. Por fin nos desahogaremos con libertad contactaremos con aquellas para llevarlas a la consciencia, verbalizándolas y, al fin, deshacernos de ellas para dejar espacio a nuevos acontecimientos. El efecto es bastante inmediato así que pronto experimentarás la ligereza mental y corporal que proporciona soltar cargas tan pesadas.

Pero siempre es mejor plantear esta situaciones con un cierto orden. En primer lugar, resulta muy esclarecedor escribir todo aquello que nos enfada o nos da un gran coraje, lo que nos entristece, nuestras preocupaciones y los miedos más paralizantes. Este paso nos permitirá desahogarnos de todo y no dejarnos nada en el tintero. Será nuestra guía para la catarsis.

A continuación, es importante reconocer que esas malas energías se reflejan en nuestro cuerpo entumeciéndolo, tensándolo, y dañándolo. Por tanto, será necesario liberarlas y devolver al cuerpo su equilibrio para volver a disfrutar de sensaciones agradables. Practicar pilates, yoga, relajación, meditación, baile libre o cualquier otra actividad que nos motive además de acudir al fisioterapeuta serán estrategias adecuadas para superar este segundo escalón.

Por último, expresa tus sentimientos intentado no exaltarte más de lo estrictamente necesario. Habla con esa persona que te ha dañado y díselo, quéjate de todo aquello que te molesta en grado superlativo. Enfrenta tus melancolías y tus anhelos dejándoles ir. Sentirás un gran alivio, un alivio terapéutico.

Efectivamente, tendríamos que hacer una catarsis emocional al menos dos veces al año, aunque lo realmente beneficioso sería no llegar a este punto sino utilizar más la asertividad y exponer nuestras quejas, necesidades o miedos con naturalidad sin sentirnos vulnerables, culpables o expuestos. La clave es reconocer que como seres humanos que somos, estos sentimientos nos son inherentes y tendremos que aprender a gestionarlos de forma que minimicen al máximo los perjuicios que puedan ocasionar a los demás y a nosotros mismos.