Psicopatología de Karl Jaspers
La Psicopatología es una ciencia y el objetivo es la ciencia misma.
Trata de conocer, caracterizar y analizar al hombre en general y de buscar verdades demostrables.
No se interesa por la interpretación afectiva sino por los conceptos comunicables, las reglas y las relaciones.
El límite de la Psicopatología es no convertir al hombre individual en un concepto, porque el individuo es inagotable y toda valoración ética, estética o metafísica, así como las opiniones o intuiciones, son independientes de ella.
El objeto de la Psicopatología es el hecho psíquico realmente consciente, los procesos psíquicos reales, sus condiciones, causas y consecuencias; qué y cómo experimentan las personas, cómo se expresan objetivamente y la dimensión de sus realidades patológicas anímicas.
La Psicología estudia la vida psíquica normal y la Psicopatología investiga los mecanismos extraconscientes y también los procesos corporales que se puedan registrar, como por ejemplo, la digestión, la menstruación, la alimentación y todas las funciones orgánicas en general; dado su estrecha relación con la Medicina Somática, especialmente con la Fisiología del Sistema Nervioso; y exige una formación médica.
Las ciencias auxiliares de la Psicopatología más importantes son la Neurología, la Medicina interna y la Fisiología.
En la Psicopatología, el problema del hombre es el espíritu y el alma, que es lo que se encuentra en todas las enfermedades psíquicas.
El hombre se distingue de los animales en muchos aspectos, pero su rasgo básico es la libertad, la reflexión y el espíritu. Tiene un destino que puede cumplir por si mismo y es movido por su espíritu y por sus necesidades naturales.
El concepto de enfermedad psíquica es propio del hombre, él mismo es la base de su enfermedad, su imperfección, su franqueza, su libertad y sus posibilidades ilimitadas; porque para él no hay perfección originaria ya que tiene que conquistarla poco a poco.
La enfermedad psíquica no se agota en las categorías de la ciencia porque el hombre, como creador de belleza, como creyente religioso, como ser capaz de obrar éticamente, trasciende cualquier saber sobre él en la investigación científica.
Pero sólo se puede investigar lo que es objetivo y el alma humana no es objetiva. Sin embargo, el alma es conciencia y también lo inconsciente; y se puede captar como ser en el mundo.
El alma es devenir, desarrollo, diferenciación, nada acabado ni definitivo.
En cuanto a la conciencia, para Jaspers es la manifestación del alma y tiene tres significados:
1) es la interioridad de un vivenciar, el modo en que se viven las cosas, que se encuentra en contradicción con la inconsciencia y lo extraconsciente.
2) es objetiva, un saber de algo, que está en oposición a una vivencia interior como lo inconsciente.
3) es autorreflexión , conciencia de si mismo que se experimenta en la división objeto sujeto con contenidos queridos.
La investigación debe estar dirigida a una vida en su ambiente porque toda enfermedad psíquica, en sus modos de aparición, corresponde al nivel psíquico del afectado, por la riqueza del contenido y por la forma de los procesos psíquicos particulares.
Sólo son posibles los fenómenos psíquicos a partir de un determinado nivel de diferenciación.
Por ejemplo, las representaciones obsesivas y los fenómenos de despersonalización se dan solamente en etapas de diferenciación relativamente elevadas.
Las representaciones obsesivas necesitan un alto grado de conciencia de la propia vida del alma, seres que se observan a si mismos y que son capaces de tales sufrimientos.
El aumento de análisis es también aumento de claridad y de conciencia.
Existen dos causas de diferenciación, una es la disposición individual y la otra es el círculo cultural.
Los círculos culturales superiores presentan patologías psíquicas más ricas de significado que los inferiores.
Fuente: «Psicopatología de Karl Jaspers», de Karl Jaspers, Editorial Beta.