La Naturaleza de la Conciencia
La conciencia es la matriz de toda experiencia y aunque no sea un objeto apto para medir con los instrumentos de que dispone la ciencia, finalmente se ha convertido en un tema aceptable de estudio en Occidente.
En Oriente ha sido diferente, dado que la conciencia ocupa un lugar central y se considera que ella es la que construye la realidad.
Para los orientales, aclarar la propia conciencia es la meta más alta, el camino hacia la salud psicofísica y la posibilidad de lograr la iluminación; objetivos que se proponen tanto las disciplinas de la conciencia como las religiones.
La psicología transpersonal trata de lograr una síntesis del conocimiento que tienen los orientales sobre la conciencia con el pensamiento empirista de Occidente.
El reconocimiento de una serie de estados alterados de conciencia, que hasta hace poco tiempo fueron ignorados por la Psicología Occidental, ha renovado el interés de los investigadores en el estudio de los fenómenos capaces de modificar la concienca, que anteriormente se podían provocar con el uso de sustancias alucinógenas, pero que actualmente se logran por medio de técnicas como la meditación, el yoga y la biorretroalimentación.
Estos estados de conciencia alterados comprenden una amplia gama de fenómenos, mucho mayor de la que se cree, que abarca desde estados psicopatológicos y la vigilia cotidiana; hasta alcanzar estados superiores.
Estos estados superiores poseen capacidades que son habituales, más otras adicionales, que se llegan a vivenciar en ocasiones como experiencias de trascendencia de los límites del yo y de la identidad.
Las observaciones indican que ciertas capacidades o funciones dependen de cada estado de conciencia, quiere decir por ejemplo, que lo que se aprende en un estado puede no ser recordado en otro, o que las visiones que se tienen en un estado pueden no ser comprendidas en otro.
Esto representa un problema para la psicología de Occidente, que vio la limitación pero no reconoció el potencial que pueden tener estas técnicas.
La psicología transpersonal se ha interesado particularmente en estos estados alterados de conciencia para lograr el bienestar psicológico, poniendo en primer lugar a la conciencia.
Esto no implica que se ignoren otras teorías psicológicas importantes sino que representa un intento de considerarlas desde una perspectiva más amplia.
La meditación es una de las bases para el crecimiento psicológico superior, cuando se le incluye un entrenamiento específico que induzca distintos estados de conciencia, convirtiéndose a la vez en el medio y el fin del intento.
La salud mental se relaciona estrechamente con el desarrollo de la conciencia y algunas disciplinas consideran que la enfermedad es sólo inconsciencia.
Ken Wilber señala que desde la antigüedad se afirma que existen estados de conciencia superiores, que permiten producir una profunda penetración en la naturaleza de la realidad y de la conciencia.
Cada nivel está relacionado con una forma de vivir, tanto la experiencia como la identidad; que va desde lo que se conoce como identidad suprema, conciencia de Cristo, Budeidad, conciencia cósmica o mente suprema, que es la fuente de todas las religiones y de las disciplinas de la conciencia; hasta bajar a la identidad asociada con la conciencia del Ego.
La potencialidad de alcanzar estos estados transpersonales profundos que se pueden interpretar como religiosos o psicológicos, se encuentra latente en todos nosotros
Fuente: “Mente y naturaleza” y “Unidad necesaria”, Gregory Bateson.