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Deserción Estudiantil

Publicado por Malena

Deserción Estudiantil

Existen distintas maneras de revertir la deserción estudiantil; las soluciones más fáciles son las que apuntan a que los alumnos se reciban con el mínimo de exigencias y que favorece el facilismo, como sería si se implementa la posibilidad de que los alumnos puedan llevarse más materias previas para no perder el año; pero hay otras formas de encarar este problema tal vez no tan fáciles pero más operativas a largo plazo, que consisten en utilizar recursos más creativos.

El nivel de formación y de conocimientos que reciben los adolescentes en las escuelas secundarias es cada vez más bajo, al punto que no los habilita para conseguir trabajos bien remunerados; porque solamente aquellos que se deciden a hacer una carrera terciaria estarán en condiciones de acceder a mejores empleos.

Una de las posibles formas que puede dar buenos resultados es aumentar la motivación de los alumnos preocupándose en detectar las habilidades específicas de cada uno durante el curso de la escuela media para incentivarlos a desarrollar todo su potencial y tratando de contagiarles entusiasmo.

Muchos alumnos del secundario que se reciben tienen un vocabulario limitado y son incapaces de expresar sus ideas con claridad. Leen mal y escriben aún peor.

Leer y escribir son condiciones indispensables para poder seguir capacitándose y para desenvolverse en la vida cotidiana con eficacia.

Los profesores en general, no evalúan las faltas de ortografía, ni la caligrafía, que a veces les resulta ilegible, ni la forma de hablar vulgar e incorrecta.

Tanto ha bajado el nivel de educación también en los hogares que poco a poco nos estamos convirtiendo en una población casi analfabeta.

Estas medidas en estudio tendientes a flexibilizar aún más las exigencias, lejos de ayudar a evitar la deserción, la aumentará y también incrementará la desidia de los alumnos porque les permitirán estar más ocioso durante el año.

Lo que se aprende día a día es mucho más que una asignatura, porque el alumno teóricamente tiene que asistir todo el año y tendrá mayor oportunidad de socializarse y formarse.

En otros países, los alumnos que tienen bajo rendimiento tienen la posibilidad de asistir a clases de refuerzo para recuperarse fuera del horario habitual.

Otra de las causas que desaniman a los alumnos es que no saben estudiar.

Es importante que los profesores incluyan en cada materia, técnicas de estudios como parte de la asignatura que dicta y no en forma aislada; porque cada materia tiene un método adecuado de abordaje que facilita el aprendizaje. Estudiar metódicamente no solo mejorará el rendimiento sino que también le abrirá la posibilidad a los estudiantes de animarse a intentar cursar una carrera terciaria.

Lo ideal sería que cada profesor le enseñe a sus alumnos desde sus experiencias, cómo hacía él para estudiar esa materia.

Las estadísticas muestran que más del 60% del alumnado se lleva materias, que más del diez por ciento repite el año y que seiscientos mil chicos se quedan sin ir al colegio secundario.

Los alumnos necesitan un seguimiento atento durante el año y es necesario tener en cuenta la situación personal de los que tienen problemas familiares para brindarles el apoyo que necesitan, porque la mayoría de los problemas de deserción escolar son emocionales, no intelectuales.

La tendencia de las autoridades de facilitar las cosas no es una solución para los jóvenes, que sólo aprenden a esforzarse cada vez menos.