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Creer es Fácil

Publicado por Malena

Creer es Fácil

Creer es lo más fácil del mundo cuando uno aprende a observar la relación que hay entre los hechos. Es un creyente el que reconoce el orden implícito en todas las cosas y la relación entre ellas.

Sabemos que existe una relación de equilibrio en la naturaleza y que cada sistema natural se relaciona con otros sistemas. De eso precisamente se ocupa la ecología.

Nuestro propio organismo es un conjunto de sistemas interrelacionados y cuando uno de ellos falla todo el cuerpo se resiente.

Pero también existe una relación indudable entre los acontecimientos que es la relación de causa y efecto que se puede observar a simple vista, principalmente cuando cometemos errores.

Pero también ocurren hechos que parecerían ser no causales y que les hemos dado el nombre de fortuitos, azarosos, productos de la casualidad.

Si estamos totalmente despiertos y atentos y aprendemos a mirar, podremos llegar a maravillarnos viendo el orden que existe en el Universo hasta en las cosas más minúsculas y aparentemente sin importancia, y comprobar que la casualidad no existe.

“Dios no juega a los dados”, decía Einstein.

Buda significa “el despierto”, o sea el que está siempre consciente y atento. Buda se dio cuenta de esta cualidad de la realidad y tuvo la revelación del misterio de la vida.

Dios no es un señor de barba blanca que está sentado en una nube. Dios es la inteligencia creadora, el orden de la naturaleza y de todas las cosas que también está en cada uno de nosotros. Es lo que ordena lo desordenado, lo inarmónico, y ese poder organizador está en nuestras manos, si sabemos realmente que es lo que queremos.

Esa es la cuestión, qué es lo que deseamos, porque la mayoría de la gente no lo sabe, está dormida y se maneja en forma inconsciente, automática o imitando la conducta de los otros.

A veces inconscientemente podemos desear la muerte, desaparecer, no enfrentar la aventura de vivir y eso es lo que a la corta o a la larga se cumple. No queremos darnos cuenta de lo que realmente deseamos y es para nosotros y tampoco creemos en la relación entre nuestro deseo y los hechos y seguimos pensando ingenuamente en cosas siniestras que no tardan en cumplirse.

Si esas personas despertaran y vieran los hechos como son y como se relacionan entre si, el mundo sería diferente.

El que logra ver la relación de todas las cosas es un verdadero creyente y no se siente aislado ni a la defensiva.

Ese vínculo nos da paz, tranquilidad, alegría de vivir y nos inclina a perfeccionar nuestro verdadero ser, haciendo aquello que tenemos que hacer.

El problema de la teoría del Big Bang era aceptar la singularidad del inicio del Universo, un hecho que da por tierra con las leyes de la física que no admiten la existencia de singularidades.

Si existe una singularidad en la naturaleza entonces también existen los hechos fortuitos, y esta posibilidad nos llena de zozobra e incertidumbre.

Se sabe actualmente que al menos teóricamente hay muchos universos y el Big Bang parecería ser el choque habitual entre estos universos, que sin alterarlos producen el nacimiento de otros y así en forma infinita y continua. Desde este punto de vista el Big Bang dejaría de ser una singularidad y se convertiría en un nuevo patrón.

Este nuevo concepto podría llegar a permitir elaborar una teoría científica unificada, que podría explicar toda la realidad con una sola fórmula matemática.

La teoría de la incertidumbre surgió con la observación del comportamiento de las partículas subatómicas, que pueden estar en distintos lugares al mismo tiempo, por lo cual sólo es posible calcular la probabilidad de su ubicación en el espacio tiempo y no su lugar exacto.

Pero las partículas subatómicas son eternas y sólo existen cuando son observadas. En tanto no son objeto de observación existen solamente en el campo de la potencialidad pura donde tampoco hay espacio ni tiempo. Por lo tanto, no pertenecen al mundo de la materia ni se rigen por las leyes de la física.

Todos nosotros estamos hechos de partículas que son eternas e indestructibles. El avance de la ciencia nos develará el mayor secreto que existe, el misterio de la vida.