Estados de Conciencia
La Ciencia y la Conciencia van por senderos diferentes pero en la misma dirección.
Arquímedes (-287 al -212 a. de C.) fue un notable científico griego que estudió en Alejandría y que vivió en Siracusa, Ciudad Estado griega en Sicilia.
En 1906, uno de sus manuscritos fue hallado en una biblioteca de Constantinopla después de más de dos mil años. Algunos científicos lograron fotografiarlo y luego de eso se perdió el rastro.
En 1991 se lo localizó en París en poder de un coleccionista. A pesar del estado precario del manuscrito lo ofreció en una subasta, lográndolo vender en dos millones de dólares.
Gracias a este fabuloso hallazgo, fue revelado el gran secreto de Arquímedes; la forma en cómo llegó a alcanzar tan avanzados conocimientos, cosa que no suele ocurrir con otros grandes científicos, que sólo describen su descubrimiento pero no el modo en que llegaron a él.
Para llegar a calcular el valor del número Pi, base fundamental de la ciencia moderna, comenzó dibujando tanto dentro como fuera de un círculo, un hexágono, luego un dodecaedro, y así siguió aumentando la cantidad de lados de esa figura hasta llegar a 96, llegando casi a completar el perímetro del círculo con una diferencia casi imperceptible.
Era un obsesivo de las matemáticas, que llegó a calcular la cantidad de granos de arena de la orilla del mar, obteniendo como resultado el número diez seguido por 62 ceros.
Arquímedes entraba en estado de trance cada vez que realizaba sus cálculos matemáticos, que cada día eran más complejos. Su grado de concentración en esos temas era tal, que podía trascender a otro estado de conciencia, logrando iluminar su mente y descubrir la solución de complicados problemas.
Los diagramas que aparecen en el manuscrito nos acercan al modo de pensar de Arquímedes y revelan el papel que tienen en las matemáticas.
Arquímedes proporciona un método para calcular el volumen de figuras circulares y las propiedades de los objetos curvos y nos brinda las reglas para calcular el infinito, concepto que aún hoy en día a muchos científicos les cuesta abordar.
Dichas técnicas son utilizadas actualmente para calcular figuras curvas y si el mundo hubiera tenido acceso a estos manuscritos cientos de años atrás, la ciencia estaría cientos de años más adelantada.
Utilizaba técnicas de básculas imaginarias para calcular la superficie de las esferas; y su cálculo de volúmenes que lograba con el fraccionamiento ilimitado fue un avance extraordinario.
Arquímedes fue el que corrió por Siracusa gritando ¡Eureka! al darse cuenta en su baño, cómo se podía determinar el volumen de un cuerpo al sumergirse en el agua al ver cómo una determinada cantidad de líquido equivalente desbordaba.
Ayudó con sus inventos a defender Siracusa construyendo diversas máquinas de guerra que resistieron más de tres años el avance romano, muriendo lamentablemente en manos de un soldado romano durante uno de esos ataques.
Fue el único exponente matemático de esa época ya que la búsqueda del conocimiento se orientó durante mucho tiempo hacia el misticismo.
Recuperar totalmente el trabajo de Arquímedes a través de este manuscrito es hoy en día un verdadero desafío para un equipo de científicos especialistas en restauraciones de documentos antiguos.
Este manuscrito ha sufrido a través de dos siglos graves daños, los hongos se encargaron de perforar sus páginas y aparecieron además ilustraciones falsificadas impresas sobre los escritos, seguramente con el propósito de incrementar su valor, realizado por personas pertenecientes a épocas posteriores que ignoraban el significado de su verdadero contenido.