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La Guerra

Publicado por Malena

La Guerra

Guerra significa discordia y pelea. Es la lucha sin reglas que puede terminar con la muerte propia o del adversario.

Desde el punto de vista político representa la lucha armada entre dos o más naciones o entre bandos de una misma nación; por disidencias incompatibles que no han podido resolverse por vía pacífica.

La guerra fría es la situación de hostilidad entre dos naciones o grupos de naciones, en que sin llegar al empleo de las armas, cada bando intenta afectar o disminuir el poder político del otro.

Curiosamente la guerra es el juego que a los niños más les gusta y las armas los juguetes más solicitados.

Las películas de guerra también tuvieron y tienen mucha aceptación, principalmente si son violentas y sangrientas y además exponen acciones de extrema crueldad.

La realidad es que el hombre es un animal político y lucha por el poder en cualquier ámbito.

Todos sabemos que en las guerras ambos bandos pierden más de lo que ganan y la mayoría de las veces, en el fragor de la batalla hasta se pierden de vista los objetivos, porque con el tiempo pierden importancia y sólo se pueden terminar las hostilidades en una mesa de negociaciones muy lejos del ruido de la metralla.

Durante una guerra el comportamiento de la gente cambia drásticamente y cambian también los valores que sostenía en tiempos de paz. El hecho de estar expuesto a los peligros de una guerra, las vidas de las personas cobran una dimensión diferente, porque se trata de vivir el presente sin futuro seguro, y tienen también otro significado, cuando sobrevivir es la cuestión primera.

Cuando la guerra termina, a los veteranos de guerra les cuesta adaptarse a los tiempos de paz y mucho menos a un trabajo de nueve a cinco en una oficina, porque de alguna manera se han condicionado a vivir en el límite entre la vida y la muerte que es donde se puede apreciar el valor de la vida, y a una rutina que abunda en seguridad no le ven sentido.

El sufrimiento y el dolor de una guerra no siempre predispone al hombre a la depresión siempre que ese esfuerzo tenga un sentido para él, como el hecho de defender a su patria y participar para ayudar a ganarla.

Más bien la depresión y el conflicto comienza después al volver a la relativa paz de la vida cotidiana.

No es el sufrimiento ni el dolor o las privaciones lo que afecta la mente del hombre sino la falta de sentido.

Pero también puede haber una guerra declarada entre dos personas, en una familia, entre empresas o entre barras bravas.

Estas guerras a veces terminan trágicamente y otras veces son guerras frías, como en la vida de esas parejas donde la lucha es solapada y donde cada uno trata de dominar al otro para quedarse con el poder o con los hijos.

En definitiva, todos sabemos que las guerras nunca terminan bien y menos entre dos personas; y que lo único que verdaderamente funciona es la mesa de negociaciones con alguien que sea neutral, donde hay que sentarse a hablar de esos temas acuciantes, que sólo así se perdonan.

El diálogo es lo que distingue al hombre de los animales, seamos pues más humanos y dialoguemos para llegar por fin a un acuerdo y no seguir viviendo de contramano chocando todos los días por tener puntos de vista opuestos.