La Inteligencia del Hijo Mayor
Un estudio realizado por investigadores noruegos y publicado en la revista Science, mostró que los hijos mayores tienen un coeficiente intelectual, en promedio, tres puntos más alto con respecto a sus hermanos de edad cercana. La diferencia no se debe a factores biológicos sino a la forma de interacción psicológica con los padres.
Este resultado ha incrementado el interés sobre cuáles son las maneras de relacionarse con la familia que aumentan la inteligencia.
Los investigadores identificaron pocas variables observables en la familia que se puedan entender que afectan la inteligencia, y reconocen que la influencia de los compañeros podría ser más significativa.
Sin embargo, se destacan dos de estas variables en la familia que son: el papel que el niño percibe que tiene en ella y el aparente beneficio que obtiene de enseñarle a sus hermanos menores. Los estudios indican también, que las expectativas familiares sobre el primogénito tienen un papel relevante en el desarrollo intelectual.
Considero que existen motivos para pensar que ser el primer hijo y ocupar un lugar de responsabilidad no necesariamente se puede traducir en un nivel de inteligencia más apto. Por el contrario, desde la práctica clínica, los hijos que aparentemente se benefician más intelectualmente parecerían ser los menores, que tienen la oportunidad de aprender de los hermanos mayores y tener una mayor estimulación que ellos, no sólo sobre asuntos escolares sino también en la experiencia diaria.
Los hijos mayores no cuentan con esta estimulación cuando todavía no tienen hermanos y cuando los tienen, por ser menores, éstos gozan de una mayor atención de los padres, debiendo compartir con ellos y reducir su ambiente intelectual.
Esto lo confirman las pruebas de coeficiente intelectual de hermanos menores de doce años que superan ampliamente al primogénito.
También es cierto que el que tiene la oportunidad de enseñar se beneficia más que el que el que aprende, y eso podría considerarse un factor importante en el desarrollo de la inteligencia en los hijos que les enseñan a sus hermanos.
Se puede inferir sobre esto último que una buena medida para estimular la inteligencia de los hijos menores podría ser adoptar el papel de maestros de sus hermanos más chicos o de compañeros de escuela.
Los resultados de esta investigación no están de acuerdo con algunas consideraciones ampliamente observadas, como el hecho de que el primer hijo suele llegar en el momento más difícil de la pareja y ser el más sobreprotegido.
Los primeros años de convivencia de una pareja son los más difíciles porque aún existen situaciones conflictivas sin resolver y la sobreprotección suele producir generalmente falta de motivación en los hijos para superarse .
También existen variables intervinientes como pueden ser los factores emocionales, como por ejemplo si el primer hijo ha sido deseado o no, o si la unión de la pareja se ha producido por el embarazo de la madre, conflictos familiares, padres separados, etc.
Los resultados de los tests están muy relacionados con todos estos factores emocionales y también por una variable importante que es la estimulación audiovisual que hayan tenido.
Hoy en día los tests tradicionales de inteligencia resultan obsoletos, debido al mayor contacto que tienen los niños con los medios electrónicos, como las computadoras, los videojuegos, los teléfonos celulares y otros tipos de estimulación temprana, independientemente de su jerarquía en la familia.
En la práctica clínica he observado que niños sometidos a pruebas tradicionales de inteligencia, en las mismas condiciones y de la misma edad y contexto, registran resultados similares no pudiendo observar con estas mediciones ninguna diferencia intelectual significativa entre ellos.