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Los hemisferios cerebrales.

Publicado por Lic. Maria V.

Desde el punto de vista neurofisiológico, el cerebro se divide en dos hemisferios. Ambos conectados por el cuerpo calloso. El Hemisferio Izquierdo inerva el lado derecho del cuerpo y viceversa.

Se dice que originariamente la mano derecha empuñaba el arma para defendernos y la izquierda tomaba el escudo que tenía la función de proteger el corazón.

Así, la habilidad de la mano derecha se fue formando para mayor agilidad, incorporando distintas herramientas, entre ellas las que permitieron expresiones como la pintura y la escritura, dando origen al lenguaje y al pensamiento racional. Así el Hemisferio Izquierdo se fue desarrollando con funciones de lógica y sistematización.

La mano izquierda quedó con funciones más retentivas, receptivas y protectoras, permitiendo un desarrollo del hemisferio derecho con características más inconscientes y arcaicas, pero a la vez contenedoras de los aspectos más intuitivos y creativos, en tanto se separan de la lógica y la secuencia, se guían por la simultaneidad y el desafío a la lógica convencional.

Los sistemas educativos han priorizado y favorecido el desarrollo de los conocimientos asociados al Hemisferio Izquierdo: la lógica, la matemática, el lenguaje, la racionalidad. En detrimento del pensamiento y el actuar creativos.

Hoy por hoy, las necesidades laborales y sociales se orientan hacia las capacidades del hemisferio derecho, mediante individuos que logren justamente romper con los esquemas convencionales.

Muchas de las características actualmente necesarias como la capacidad de espera, la observación, la contemplación, lo receptivo y la capacidad de gestación, de cultivar un proyecto o idea, son las que provee el hemisferio derecho.

Acostumbramos, por los ritmos de la sociedad actual, al apuro, a la impaciencia, a la actividad, a la proyección y al seguimiento de normas específicas en lugar de poder pensar “por fuera de la caja”. Siendo esto último lo necesario para poder lograr resultados diferentes e innovadores.

La capacitación en el desarrollo creativo debería plantearse desde la educación más temprana, permitiendo además que esa tendencia espontánea a crear y jugar,que es índice de salud en la niñez, pueda prolongarse a la vida del adolescente, favoreciendo que sean capacidades que puedan conservarse en la adultez.

Si bien actualmente se entiende los procesos cerebrales como “en red”, más que obedeciendo a divisiones tajantes en hemisferios. Sí podemos fácilmente asociar ciertas actividades con uno u otro hemisferio, permitiéndonos analizar estos aspectos desde ese lugar.

Las características del Hemisferio Izquierdo son las más valoradas desde la perspectiva escolar y académica.

Estas son, entre otras:

  • Estandarización
  • Matemática/lingüística.
  • Cientificidad
  • Familiar y conocido
  • Hábitos y rutinas
  • Lógica
  • Pensamiento racional
  • Control
  • Practicidad
  • Orden y prolijidad
  • Precisión
  • Identidad

El hemisferio derecho, a su vez, nos presenta la novedad, estando además conectado con cuestiones más arcaicas e instintivas:

  • Creatividad
  • Libertad
  • Pasión
  • Sensualidad
  • Variabilidad
  • Cambios
  • Observación
  • Colores/música
  • Expresión
  • Intuición
  • Emociones
  • Empatía

Necesitamos de las funciones de ambos Hemisferios para poder vivir íntegramente. De hecho se ponen en acción constantemente.

Beneficiar o potenciar las características de uno, subvalorando las otras sólo segmenta las experiencias e impide el desarrollo de las verdaderas potencialidades.

Así, el desarrollo creativo, la incertidumbre, el cambio y la novedad son “lo temido” para los individuos y las sociedades que priorizan o se han desarrollado en base a los principios del Hemisferio Izquierdo.

Plantear una educación más completa y justa permitiría un mayor balance entre ambas, favoreciendo un conocimiento integral de las propias capacidades, valorando a su vez a quienes poseen otras, posibilitando así el crecimiento y el trabajo conjunto.