El Rumor – Técnica del Rumor
Algunas veces, ignorando los confusos artilugios que existen en la difusión de un rumor, hemos formado parte inconscientemente de esa confabulación hábilmente diseñada con intenciones casi siempre malignas.
Un rumor es un chisme sin fundamento que pasa de boca en boca con un fin por lo general inconfesable, y resulta notable ver cómo perdura en la mente de la gente y se extiende, sin ni una mínima prueba que lo respalde.
Los más conocidos por todos nosotros son los rumores periodísticos.
Para que se incorpore a los diálogos cotidianos de la gente, el asunto debe ser suficientemente importante y también ambiguo; y el motor del rumor es su tema, que tiene que ser lo más truculento posible, y referirse a situaciones escandalosas ú ocultas de las víctimas para satisfacer el afán de los demás de hacer justicia.
Se podría entender como una forma de mitigar nuestras propias culpas y nuestra conciencia acusadora proyectándola en los demás.
El rumor es lanzado en un medio y difundido convenientemente cumpliendo los objetivos de los individuos partícipes de la transmisión, que obran por lo general motivados por intereses espurios.
Los rumores sufren alteraciones en su contenido por el afán de la gente de mejorar y añadir detalles y según la percepción de los sujetos que los esparcen.
Por lo tanto, un rumor de cierta antigüedad puede estar tan deformado por la circulación que hasta puede llegar a significar lo opuesto.
Un rumor es un fenómeno social y depende del modo de percibir la realidad de los sujetos que participan en su difusión. Cada individuo le imprimirá, en su afán de explicación, su forma de ver el mundo y su estado emocional, modificando el relato de acuerdo a sus experiencias.
Por lo tanto, la historia del rumor sufrirá una serie de modificaciones acordes a las preferencias, prejuicios, predisposiciones de cada uno, y con el paso del tiempo, su contenido, se ajustará convenientemente a sus preconceptos.
Un cuento para pensar
Sonia Lamas
Sonia Lamas era una famosa actriz de cine y teatro de los años cincuenta. Siendo aún muy joven, se había difundido el rumor que había tenido una hija, siendo aún soltera.
Este rumor, finalmente resultó infundado, pero a ella la perturbó de tal manera que casi la llevó al borde del divorcio con su marido, que influenciado por los rumores, había comenzado a dudar de ella.
Ellos no habían tenido hijos para evitar las ataduras que éstos crean y poder dedicarse así de lleno a su trabajo.
Con el tiempo, las cosas se olvidaron y ella continuó con su carrera de éxitos, una vez recuperadas su estabilidad emocional y la confianza de su marido.
Pasaron muchos años y siendo ya muy vieja, la internaron en un geriátrico porque su estado mental así lo exigía. Había perdido la memoria y además estaba confinada a una silla de ruedas; sin embargo, le pedía a las enfermeras que llamaran a su hija, la que había tenido antes de casarse siendo muy joven, que nunca había venido a verla.
Su mente recordaba la leyenda que todos ya habían olvidado menos ella, que ahora que estaba sola y enferma, más que nunca quería creer, que fuera cierta.
Para profundizar, «Psicología del rumor» de Gordon W.Allport y Leo Postman.