El Cerebro trabaja durante el sueño
Durante el sueño el cerebro procura procesar la información que incorporó durante el día, refuerza los recuerdos y clasifica la información según su importancia. Además, el cerebro busca relaciones entre los recuerdos e intenta encontrar soluciones a los problemas que preocupan durante la vigilia.
Cuentan que en el año 1865, el famoso químico Friedrich August Kekulé, mientras se encontraba abocado a la tarea de hallar la verdadera estructura del benceno, enigma que muchos colegas de su época no pudieron resolver, tuvo un sueño. Soñó que veía a una serpiente que giraba en círculos tratando de morderse la cola; y dicen que esta visión lo incentivó a pensar que la molécula del benceno podría ser anular.
Su sueño hizo posible que la ciencia comenzara a comprender la química orgánica y a él le reportó un título nobiliario.
Desde hace siglos la tradición popular sabe que consultar con la almohada puede brindarnos las mejores soluciones a los problemas cotidianos que la vida nos obliga enfrentar a todos.
Los científicos están de acuerdo en pensar que cuando se descansa, el cerebro pueda recuperar y utilizar los recuerdos con más claridad, libre de las interferencias que se producen en el estado de vigilia.
Hasta no hace muchos años se creía que el cerebro descansaba durante el sueño, aunque ya en 1885, el psicólogo alemán Hermann Ebbinghaus ya tenía pruebas de que el sueño protegía los recuerdos simples.
Pero en 1953, los fisiólogos Eugene Aserinsky y Nathaniel Kleitman, de la Universidad de Chicago, pudieron descubrir la riqueza de la actividad cerebral durante el sueño, detectada por medio de electroencefalograma.
Ellos comprobaron que el sueño posee una serie de ciclos de noventa minutos en los cuales se produce el denominado sueño MOR (de movimientos oculares rápidos), llamado REM en inglés.
Durante el ciclo de sueño MOR o REM, las ondas cerebrales se parecen a las que se producen durante la vigilia y también existe actividad durante el ciclo de sueño que se registra como ondas lentas.
Los neurobiólogos Avi Karni, Dov Sagi y Dyivkholf; y sus colegas del Instituto Weizmann de Ciencias de Israel, constataron que en todas las fases, el sueño es capaz de mejorar el recuerdo en mayor proporción que en el estado de vigilia.
El cerebro parece tener la capacidad de discernir cuáles recuerdos mantener en la memoria y cuales descartar según su importancia e inclusive el poder de mejorarlos; o sea que durante el sueño el recuerdo puede cambiar, tornarse más vigoroso y resistente a las interferencias diurnas; y tener un papel importante en la evolución de los recuerdos emotivos.
Es probable también que el cerebro, durante el dormir, practique en forma selectiva las dificultades de las tareas nuevas.
Por ejemplo, los pianistas, cuando aprenden una nueva pieza musical, la ejecutan reiteradas veces, principalmente los pasajes difíciles, hasta que los movimientos se hacen automáticos, pero parte de este proceso se produce durante el sueño; porque se demostró que cuando los pianistas duermen después de haber practicado se produce una diferencia en las regiones cerebrales encargadas de esa función con respecto a las que estaban activas durante el aprendizaje.
Es decir, que el cerebro reactiva patrones de actividad neuronal elaborados durante la vigilia fortaleciendo los recuerdos y potenciándolos a largo plazo, como si siguiera practicando lo mismo durante el sueño. Significa que el recuerdo queda robustecido en los fragmentos más difíciles mediante el uso de zonas diferentes del cerebro de las que utiliza durante el aprendizaje diurno.
Estudios recientes han revelado que el sueño también favorece el análisis activo de los recuerdos nuevos, brindándole la capacidad al cerebro para resolver problemas e inferir información nueva.
Uno de los autores de esta investigación, Ellenbogen, en 2007 demostró que el cerebro aprende durante el sueño. Estas investigaciones inducen a pensar que las horas de sueño para el aprendizaje son cruciales, ya que la consolidación de los recuerdos se producen durmiendo más de seis horas.
Los estudios sobre el sueño pueden hacer que se comprenda mejor el misterio que aún guarda la memoria.
Fuente: “Investigación y Ciencia-Mente y Cerebro”; “Actividad cerebral durante el sueño”, Robert Stickgold y Jeffrey M. Ellenbogen.