La Elección de la Vocación
El fin del ciclo secundario demanda hoy en día elegir una carrera terciaria, para tener la posibilidad de estar en mejores condiciones para competir en el mercado laboral.
No sólo existen carreras universitarias en la educación superior sino también carreras terciarias no universitarias como por ejemplo la formación docente, humanística, social, técnica o artística.
Para cursar estas carreras, tanto universitarias como no universitarias, se necesita tener el nivel secundario aprobado pero también, los mayores de 25 años pueden acceder, siempre que acrediten ante las autoridades de la casa de estudios donde desean ingresar, tener suficiente experiencia laboral relacionada con los estudios que quieren realizar y poseer las aptitudes y conocimientos que se necesitan.
Elegir universidades nacionales en Argentina es la mejor opción, desde mi punto de vista, ya que son instituciones oficiales al alcance de todos y las de mayor prestigio del país y muy reconocidas en todo el mundo.
Las distintas Universidades están estructuradas en facultades y cada facultad tiene a su cargo una disciplina independiente, donde se puede obtener una formación del más alto nivel.
A las universidades les corresponde otorgar títulos de diferente grado, como licenciaturas, o títulos profesionales equivalentes, de post grado de magister y doctorados.
Elegir una carrera exige una tarea de investigación tanto personal como institucional.
Es importante hacer el propio auto análisis de las cualidades, aptitudes, habilidades específicas, gustos e intereses que tiene cada uno, así como también el estilo de vida que se desea tener en el futuro, tratando de tener bien en claro las reales posibilidades, hasta dónde se está dispuesto a esforzarse y ser conscientes de las propias limitaciones.
La opinión de los padres es importante porque son las personas que más conocen a sus hijos así como la de los amigos y profesores, pero no deben condicionarlos con sus prejuicios.
Es importante conocer las universidades personalmente, visitarlas y recorrer todas sus dependencias, para informarse de las posibilidades que ofrecen también relacionadas con la orientación vocacional.
La información sobre todas las carreras existentes, tanto las que gustan como las que disgustan, hace más fácil la elección, ya que proporciona conocimientos sobre las distintas especialidades que la mayoría de los jóvenes no tiene.
Es importante detectar primeramente el área de carreras que más les atrae para posteriormente discriminar las disciplinas que incluyen, que les resultan de mayor interés.
Las áreas en general son las siguientes: Ciencias Económicas y Empresariales, Ciencias Jurídicas, Ciencias Sociales, Ciencias Humanas, Ciencias Exactas y Naturales, Ciencias Médicas, Arquitectura, Diseño y Urbanismo, Ingeniería, Informática y Sistemas, Ciencias Agropecuarias y de la Alimentación.
Cada persona valoriza diferentes aspectos de la realidad, algunos pueden priorizar el dinero, otros hacer lo que les gusta y hay gente que sólo desea tener un título universitario. Puede haber jóvenes que ponen en primer término el deporte y a otros que en primer lugar les puede interesar la política.
Por lo tanto, a la hora de decidirse por una carrera hay que tener en cuenta también la jerarquía de los propios valores y hay que recordar que no sólo se debe pretender una formación para satisfacerse a si mismo sino también para poder participar en la sociedad.