Síndrome de Asperger
Las personas que padecen este síndrome tienen un potencial enorme a la hora de sistematizar información aunque son incapaces de vincularse con otras personas. Tal es así, que el tratamiento se basa en que aprendan a socializar.
Este es un trastorno incluido en la categoría de autismo, que afecta al uno por ciento de la población mundial y que no es evidente para quienes no lo conocen, ya que los niños que lo padecen adquieren el lenguaje con normalidad, pueden hablar bien y su coeficiente intelectual puede ser de normal a elevado.
Suelen ser niños con mala conducta en la escuela, que no aceptan reglas, pero que logran leer antes de la edad escolar.
Este síndrome es de nacimiento y la dificultad de relacionarse que produce se debe a que no pueden decodificar el lenguaje no verbal o gestual del resto de la gente, que representa el ochenta por ciento de la comunicación. Curiosamente no comprenden el doble sentido, chistes, metáforas, no saben mentir y pueden ser engañados con facilidad. Sus intereses son escasos, sufren de torpeza motriz y rechazan los cambios.
Son niños que se destacan por su inteligencia analítica y racional pero con grandes problemas con su inteligencia socioemocional.
La falla tiene que ver con lo intuitivo, con la capacidad de inferir estados mentales o creencias, intenciones o deseos de otras personas; y con la capacidad de empatía.
En general, son catalogados como raros, excéntricos y caprichosos, con una gran habilidad para manejarse con las computadoras.
Este es un síndrome que recién en 1994 fue incluido en las clasificaciones diagnósticas internacionales, pero fue en 1980 cuando se descubrió la tesis doctoral que el austríaco Hans Asperger realizó a fines de la segunda guerra mundial.
En Argentina existe la Asociación Asperger Argentina, fundada por padres de chicos y adolescentes que padecen de este síndrome, donde brindan información y asesoramiento sobre este tema.
El Instituto de Neurología Cognitiva, dispone de profesionales capacitados en este tema, para ayudar a los padres que no han podido encontrar un diagnóstico preciso sobre los trastornos de conducta que padecen sus hijos.
El diagnóstico precoz es muy importante dado que el cerebro tiene una mayor plasticidad en los primeros cinco años de vida, lo que permite mejorar el pronóstico.
Teniendo en cuenta que este es un síndrome apenas conocido, surge el interrogante sobre cuántas personas adultas pueden padecerlo sin saberlo. Al respecto, se llegó a difundir el rumor de que Bill Gates sufriría de este síndrome, aunque este es un dato que nunca se llegó a confirmar.
Es habitual que los padres tengan los mismos rasgos de estos niños, ya que se trata de un síndrome hereditario, que se manifiesta más en varones que en mujeres.
En la adultez, estas personas mantienen su inocencia, son muy honestos, ingenuos y no saben mentir, cuestiones que entorpecen sus relaciones, ya que en la sociedad que vivimos lo normal es la falsedad, la doble intención, el engaño, la prepotencia y la demostración de viveza al hablar y en el actuar.
Fuente: “LNR”; “Mi hijo tiene Asperger”; Gabriela Cicero, 07/2012.