Amor a golpe de clic
Cuando somos jóvenes el tiempo pasa despacio, tenemos ansias de ser mayores, de tener más libertad. No imaginamos casándonos, teniendo hijos y formando una familia de película. De pronto, tienes 35 años o más, no recuerdas cuándo tuviste pareja por ultima vez y mucho menos cuándo conociste a alguien. Y es que las posibilidades de encontrar pareja por los medios convencionales a partir de cierta edad se diluyen notablemente.
Como consecuencia, Internet se convierte en un nuevo entrono idóneo para conocer gente, unirse a grupos de solteros y, quién sabe, si conocer al gran amor de tu vida. Sin duda, el abanico de posibilidades se amplía exponencialmente: te acerca a personas de otra ciudad, otro país, otro continente. Ampliar el radio de búsqueda es un factor importante ya que aumentará el número de personas que puede ser compatible contigo.
Sin embargo, tendrás que saber desde el inicio que es precisamente la seguridad de anonimato la que ampara conductas poco éticas como la mentira, el engaño, el abuso, o la falsedad. En ocasiones, simplemente se trata de individuos que juegan a ser otro sin pretender nada más que puro entretenimiento o fantasía. Por ello, aconsejamos que mantengas una actitud precavida, que seas prudente si te citas personalmente con alguien. Procura quedar en lugares transitados, bien comunicados, que tú conozcas. Pon el conocimiento de personas de confianza dónde te encuentras en cada momento y trata de que tu cita sepa que hay personas al corriente de vuestros movimientos.
Además, tendrás que ser muy cuidadoso en cuanto a tus sentimientos se refiere. Es muy posible que en los primeros estadios de una relación virtual todo sea percibido como maravilloso porque creemos que podemos estar ante nuestra media naranja. Entonces, este amor se ubicará en el plano platónico que no tomará forma real hasta que haya una presencia física relativamente constante. El amor on line cuenta con un alto grado de intensidad que puede nublar el entendimiento e impedir que veamos las señales que nos proporcionan información de carácter negativo.
Es cierto que en las relaciones por internet se crea una intimidad con mucha rapidez porque la pantalla del ordenador actúa de parapeto contra los prejuicios, los complejos o la timidez. Sin embargo, no olvides que todo queda registrado por escrito o en vídeo y que, dependiendo del contenido, puedes encontrarte con una situación más que embarazosa o que te avergüence en un momento dado.
Bien pensado, ¿no es todo ésto propio del amor «off line» también? De hecho, sí. La diferencia radica en que la parte de una persona que se relaciona con la comunicación no verbal como los gestos, los movimientos, la forma de hablar y de expresarse, además del físico, sólo son observables en su dimensión real en persona. Lo queramos o no, por mucho que lo dilatemos, si hay una gran conexión virtual que luego no se complementa con cierta atracción cuando se está físicamente cerca, lo más seguro es que la ilusión se esfume en poco tiempo y el enamoramiento no llegue a puerto.