El Amor Cama Afuera
-¡Hola amor! ¿Cómo estás, tanto tiempo?
-Bien, gracias, linda, cansado del viaje, y a ti, cómo te ha ido?
-Bien, trabajando mucho.
-San Pablo es una jaula de locos, todos corriendo todo el día y con las agendas llenas.
-¿Terminaste lo que tenías que hacer?
-A medias, tengo que volver el mes que viene, tal vez las cosas se demoren más de lo que había pensado?
-¿Cuándo nos vemos?
-Cuando quieras, ya acomodé todas mis cosas y vino la señora de la limpieza, así que tengo todo en orden.
-¿Entonces pasa por aquí a las nueve y vamos a cenar, qué te parece?
-Hecho, a las nueve estoy allí.
Camila y Sebastián se conocen desde hace dos años; ambos son divorciados, viven solos y los dos tienen hijos grandes.
Camila ocupa un cargo importante en una empresa y Sebastián tiene su propio estudio de arquitectura donde trabajan también sus hijos.
Una amiga común los presentó, y después de conocerse un tiempo, iniciaron una relación “cama afuera”.
Ninguno de los dos ha involucrado a su familia y mantienen un vínculo sin compromisos. No se ven mucho, sólo de vez en cuando, cuando las ocupaciones de ambos lo permiten.
Camila acepta esa relación porque a esta altura de su vida no quiere un hombre en su casa, ya tuvo una experiencia de convivencia que le resultó desalentadora y ahora, sólo aspira a tener un amor, alguien a quien querer y con quien compartir encuentros.
Sebastián es un hombre solitario que se dedica a su trabajo. Tiene poca iniciativa pero se muestra leal y sincero. Tal vez sea un neurótico que se obsesiona por su trabajo para no caer en una depresión, condición que para una relación “cama afuera” resulta tolerable, pero para una convivencia permanente podría ser difícil de aceptar.
Cada uno le brinda al otro lo que puede, manteniendo su privacidad al margen de la relación, pero esto no impide que puedan comentarse entre si sus problemas.
Es una relación adulta que acepta las limitaciones y las ventajas de esta condición y les permite mantener una vida propia sin el obstáculo que puede significar compatibilizar dos familias ya hechas.
Jean Paul Sartre, escritor y filósofo francés, representante del existencialismo, y Simone de Beauvoir, novelista y filósofa francesa también existencialista que se caracterizó por su significativo aporte al movimiento feminista; se conocieron en 1929 y formaron una relación que duraría todas sus vidas.
Sin embargo, nunca se casaron ni tuvieron hijos y siempre vivieron en casa separadas, tratando de mantener su libertad individual.
Simone de Beauvoir escribió varias obras de carácter feministas, donde formula su teoría, en la que sostiene que la mujer es un producto de la cultura; definida a lo largo de la historia como hija, hermana, esposa y madre, y que esta condición no es genética sino que es el resultado de la educación y la socialización.
La pareja que formó con Sartre la consideró ideal y fue muy popular y también polémica.
No se juraron fidelidad pero ambos sabían lo importante que eran el uno para el otro.
Cuando una mujer es responsable de si misma y está empeñada a realizarse como persona, tiene la autoestima suficientemente alta como para poder relacionarse con otro en tanto que otro, o sea sin crear vínculos dependientes e intentando someter o entorpecer la libertad del otro.
Sartre pensaba que el amor es una pasión inútil, porque siempre compromete la libertad, sin embargo su relación demostró lo contrario, porque para ellos, amar toda la vida incondicionalmente fue posible.