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La Ciencia y la Creencia

Publicado por Malena

La Ciencia y la Creencia

“La Ciencia está comenzando a creer y los creyentes se están empezando a cuestionar”

La biología parece ser inmune a las leyes generales, porque la evolución no sigue reglas fijas.

La evolución es un proceso libre, ciego, parecería no tener patrones, sin embargo algunos científicos dicen que los hay, que en lugar de avanzar sin un propósito tal vez haya un “paisaje invisible”que está detrás, de modo que si nos lo proponemos, podríamos encontrar los patrones o reglas.

Se observan patrones por ejemplo en los distintos tipos de ojos que poseen los seres vivos, porque la evolución es independiente en cada especie pero utiliza los mismos bloques químicos.

Los cristalinos evolucionaron para proteger el ojo, quiere decir que el propósito es el mismo en todos los tipos de ojos que existen, aunque hayan evolucionado en forma diferente.

Lo cierto es que la ciencia está comenzando a aceptar el concepto de la existencia de un “plan” en la naturaleza.

El concepto de “convergencia” en biología, que significa que un fenómeno es evolutivo debido a que organismos sistemáticamente alejados alcanzan formas parecidas, nos indica que la evolución inventa la naturaleza una y otra vez y que esta convergencia llega hasta el nivel químico de la vida.

Por ejemplo: la clorofila que necesitan las plantas para realizar la fotosíntesis, como solución única para lograr un objetivo; y la hemoglobina en los animales, que transporta el oxígeno, que evolucionó en forma diferente pero con el mismo propósito.

Si esto es cierto, de existir vida en otros lugares del Universo, habrá otras biosferas y se evidenciarán los mismos fenómenos que en la tierra, hasta podría haber seres humanos parecidos, porque el “paisaje invisible” o “plan” sería el mismo pero en otras condiciones.

La Tierra tiene los mismos elementos que están en todo el Universo, pero si el inicio fue por casualidad, sin patrones o “plan”, entonces es menos probable que exista vida parecida a la que conocemos.

En el polvo estelar se encuentran los elementos de la vida, compuestos orgánicos similares a los de la Tierra, aminoácidos, o sea elementos que se generan naturalmente en el espacio. También los meteoritos tienen los componentes de la vida.

Los científicos se preguntan:¿ cómo hacen esos químicos para pasar del estado inorgánico a la vida?

Se sabe que hay moléculas que tienen la propiedad de agruparse y que hay ciertos procesos físicos que son universales que hace que a partir de ciertos elementos químicos se genere la vida, pero el hombre todavía no puede crear vida en un laboratorio.

Nuestra forma de pensar parece también estar compuesta por el lenguaje del Universo. Somos seres que podemos pensar racionalmente y la naturaleza también es racional, porque responde a las leyes de la física.

Para la ciencia sólo habría que descubrir que la vida empezó también en otro lado para llegar a la conclusión que también puede haber vida en otros planetas, similar a la nuestra.

Los hombres de ciencia reconocen que parece haber un motor para la diversidad en la naturaleza que impulsa la evolución de todas las especies siguiendo principalmente un propósito.

Las reglas matemáticas nos dicen que al crecer la tensión de un sistema y pasar cierto umbral, cambia de estado. La vida parece seguir el mismo patrón, atravesando el proceso evolutivo hacia un ecosistema cada vez más rico.

Debe llegar un momento en que la evolución hace que la conciencia sea inevitable en todo ser vivo en forma distinta.

Si la inteligencia se rige también por las reglas de la convergencia, entonces es probable que todos los organismos vivos que se desarrollen evolucionarán hacia algún tipo de inteligencia, y si existen otros seres en el universo, llegará un momento en que harán lo mismo que nosotros: tratarán de salir de su propio planeta para explorar otro.

Entonces, si existe la vida inteligente en otros planetas más avanzados que nosotros, ¿por qué todavía no están aquí?

Aunque estén muy avanzados tecnológicamente, las distancias son extremadamente lejanas, de manera que resulta imposible ponerse en contacto con otras civilizaciones por lo menos con la tecnología que conocemos.

Si estamos solos nuestra existencia sería un fenómeno producido por casualidad, un evento único y diferente en un Universo que está constituido por los mismos elementos.

Es difícil creer eso, hasta es ilógico, pero si así fuera, entonces se puede explicar la increible necesidad del hombre de extenderse para poblar el cosmos.