Ciencia y Tecnología
La creación de un polo tecnológico que se está construyendo en el Centro Metropolitano de Diseño, en Barracas, es un proyecto muy ambicioso del Departamento de Ingeniería Mecánica de la Escuela de Graduados en Metalurgia y del Grupo de Materiales Avanzados de la Facultad de Ingeniería de la UBA, dirigido por el Dr. En Ingeniería Fernando Audebert.
El objetivo ofrecerá investigación, entrenamiento de recursos humanos y transferencia de tecnología a la industria, similar al centro Begbroke Sciense Park británico.
Se llamará Centro de Investigación, Desarrollo, Innovación y Diseño en Ingeniería (CIDIDI) que conectará a la Universidad, el gobierno y las empresas.
La Universidad desarrollará los productos, la ingeniería aportará los conocimientos necesarios y el gobierno participará con la estructura que se ocupará de los temas legales, las prioridades y las líneas estratégicas de desarrollo. Por último se creará el enlace con el sector productivo.
El equipamiento para desarrollar tecnología contempla invertir dos millones de dólares en equipo de avanzada. Además, el CIDIDI tendrá un área de enlace científico e industrial con un observatorio de tendencias de uso y consumo, una materialoteca y una biblioteca.
Actualmente Argentina aporta los conocimientos mientras otros países altamente industrializados desarrollan las patentes y se benefician con nuestras innovaciones. Es decir que nuestro país hace las publicaciones científicas y las aplicaciones las aprovechan en otros lugares.
La intención es revertir este proceso y comenzar a pensar en la aplicación de nuestra propia tecnología.
Este proyecto reunirá asesores provenientes del gobierno, la Universidad y de las empresas y será algo único en el país que favorecerá, no sólo el desarrollo tecnológico sino también el crecimiento industrial, dándole mayores oportunidades de trabajo a la población.
Hasta ahora el desarrollo industrial, por uno u otro motivo, se ha comportado en forma inestable, dependiendo demasiado de capitales fugaces que aprovechan las buenas rachas y se evaporan en situaciones de crisis.
Esta situación influye en el bienestar y la seguridad de los habitantes que viven en una inmediatez que no les permite realizar proyectos a largo plazo.
Un país serio debe permitir que su población vuelva a creer en el ahorro, porque el consumo excesivo resulta inflacionario cuando todavía no existe suficiente competencia.
Es necesario el desarrollo de una industria competitiva que desaliente los monopolios para evitar las sucesivas devaluaciones de la moneda y la pérdida de la confianza.
Estos emprendimientos son una evidencia de lo mucho que se puede hacer cuando se reúnen esfuerzos creativos para obtener objetivos comunes.