La Sobreprotección
Proteger a los hijos es necesario pero sobreprotegerlos es dañino, aunque siempre va a ser mucho más desvastador el abandono.
La sobreprotección en realidad oculta un rechazo inconsciente. Se sobreprotege porque en el fondo hay sentimiento de culpa por el rechazo que se siente. Este sentimiento de culpa puede ser el resultado de una variedad de factores, desde la falta de preparación para la paternidad hasta la presión social para ser padres perfectos.
Los hijos no siempre son deseados. Diría que si la humanidad constara solamente de ciudadanos cuya concepción haya sido deseada, no habrían grandes ciudades y apenas ocuparían la Tierra algunos pequeños grupos todavía en la edad de piedra. Sin embargo, es importante recordar que incluso si un hijo no fue planeado, esto no significa que no pueda ser amado y cuidado adecuadamente.
La realidad es que esos pequeños extraños que invaden la vida aparecen en general sin permiso y desbaratan todos los planes. Esto puede llevar a los padres a sentirse abrumados y a reaccionar con sobreprotección, en un intento de controlar la situación.
Por eso tanto trastorno de conducta y tanta visita a los psicólogos. La sobreprotección puede llevar a los niños a desarrollar una variedad de problemas de comportamiento, desde la dependencia excesiva hasta la rebeldía.
Además, existe el problema del divorcio, figura legal que resulta perturbadora para cualquier niño. La separación de los padres es un condicionamiento para los hijos, que sufren el equivalente de una amputación, para la cual no hay ninguna prótesis; y siempre anhelarán tener a sus padres nuevamente unidos aunque sólo lo hayan hecho sufrir.
Todo padre o madre separados sienten culpa por el daño que reconocen producen a sus hijos, por lo tanto, la mayoría los sobreprotege y los consienten. Esto puede ser especialmente perjudicial en el caso de los padres separados, ya que pueden sentirse tentados a compensar la situación con una sobreprotección excesiva.
En esta sociedad que vivimos, aún hoy, los niños necesitan que se cumplan las expectativas de rol de los padres, autoridad y sostén por parte del padre y atención y contención emocional por parte de la madre. Sin embargo, es importante que estos roles no se conviertan en una forma de control excesivo, sino que se utilicen para guiar y apoyar el desarrollo del niño.
No estamos tan evolucionados como para que puedan prescindir de estas necesidades que todavía son esenciales para todo niño para su desarrollo normal. Pero también es esencial que los padres reconozcan y respeten la creciente independencia y autonomía de sus hijos a medida que crecen.
Un caso clínico
Informe:
Nombre: Romina
Edad: 10 años
Motivo de la consulta: Enuresis nocturna, tartamudez
Romina es única hija de madre soltera. Su madre trabaja como empleada de oficina y su padre es casado y vive con su esposa y sus dos hijos varones.
Esta niña ha visto a su padre en raras ocasiones y no conoce a sus medios hermanos, debido a que su madre no quiere que se relacione con él por el temor, infundado, a que le quite a su hija. Este temor puede ser un reflejo de la sobreprotección que la madre siente por su hija.
El problema de la tartamudez necesita además del tratamiento psicológico, la atención de un profesional fonoaudiólogo, para la cual realizo la derivación correspondiente.
En cuanto a la enuresis, apareció no hace mucho tiempo, después de algunos años. Este problema puede ser un síntoma de la ansiedad que Romina siente debido a la sobreprotección de su madre.
Recomendaciones y tratamiento:
Romina debe incorporar a su padre y sus medios hermanos a su vida y su madre lo tiene que aceptar y alentar. Debería verlos regularmente y en forma frecuente.
El trato que recibe de su madre es de atención desmedida, no permitiéndole ninguna actitud de independencia por temor a que le pase algo. Este tipo de comportamiento puede ser perjudicial para el desarrollo de la independencia y la autoestima de Romina.
Esta niña tiene que gozar de más libertad con los límites adecuados para su edad. Debería comenzar por ayudar a su madre con las tareas hogareñas y con las compras, aprender a manejar el dinero y hasta empezar a viajar sola cuando resulte necesario.
Ser responsable de sus propias obligaciones en el colegio y en la casa le ayudarán a recuperar su seguridad y confianza y a crecer y madurar.
Se aplicaron las técnicas habituales en estos casos para tratar de disminuir los episodios de incontinencia, con buenos resultados. Sin embargo, es importante recordar que la recuperación de Romina requerirá tiempo y paciencia, tanto de su parte como de la de su madre.