Psicología
Inicio General Métodos Anticonceptivos

Métodos Anticonceptivos

Publicado por Malena

Métodos anticonceptivos

Es un recuerdo difícil de olvidar, atreverse a matar

La Argentina es un país de población escasa, tal vez mal repartida pero en general poco numerosa.

Los que se atreven a tener muchos hijos son aquellos de menores recursos, mientras la gente con mayor poder adquisitivo apenas llegan a tener apenas uno o dos.

Cada pareja debería elegir su propio método de control de la natalidad, de mutuo acuerdo, pero la mayoría de las veces no es así, y les puede resultar difícil una elección que los satisfaga a ambos.

Esta indecisión es la que ocasiona los “accidentes” que luego exigen reparaciones drásticas.

Hoy en día existen varias formas de evitar los embarazos, sin embargo muchas mujeres quedan embarazadas sin quererlo y si ya tienen dos hijos, por distintos motivos la pareja decide el aborto.

Esta decisión es más costosa para la mujer ya que le puede acarrear consecuencias físicas y psicológicas

En una pareja estable la pastilla anticonceptiva es la forma más cómoda para cuidarse, y la más segura, cuando el hombre no desea utilizar preservativo.

Si una mujer es regular en su menstruación, luego de tener el período mensual puede tener relaciones sexuales sin protección hasta el cuarto día después de finalizada la regla, pero no después del octavo día de iniciado el ciclo menstral

El Dispositivo Intrauterino (DIU) es también una opción, aunque en este caso se trata también de un método abortivo, ya que evita retener el óvulo ya fecundado, y tampoco es un método cien por ciento eficaz.

El uso del preservativo suele ser rechazado por el hombre, cuando no tiene aún el hábito y cree no poder disfrutar del sexo plenamente con él, pero es también una forma recomendable para ambos, que no tiene efectos colaterales y evita adquirir enfermedades de transmisión sexual.

Una vez adquirido el hábito, es probable que el hombre ni siquiera note la diferencia, ganando en tranquilidad y evitando consecuencias no deseadas.

El aborto no es una intervención quirúrgica más sino que se trata de una práctica que puede dejar secuelas psicológicos en la mujer.

Algunos creen que un embrión de pocas semanas no es un ser humano y piensan que no les va a afectar deshacerse de él, sin embargo, la experiencia refleja otra cosa muy diferente.

Al margen del juicio moral que eso representa, existe dificultad para una mujer para continuar viviendo normalmente con esa carga emocional, después de esa experiencia.

No siempre los problemas psíquicos se producen en forma inmediata porque pueden pasar años antes de acusar algún signo de perturbación emocional debido a ese hecho.

Pero cada experiencia de pérdida puede traer a la luz ese recuerdo sepultado que se ha tratado de borrar, y hasta se haya llegado a creer que nunca ocurrió, y provocará signos de depresión.

Conocí una mujer que para evitar los embarazos se practicaba ella misma los abortos en forma habitual, con métodos silvestres aprendidos de sus abuelas, que la exponían a morir de una infección, sin las más mínimas condiciones de higiene.

De esa manera llegaba a minimizar los efectos psicológicos gracias a la desensibilización que le producía esta práctica realizada en forma continua.

El hecho de borrar esa experiencia o ignorarla, lejos de facilitar su elaboración emocional deja una huella muy profunda que se manifiesta como trastornos de carácter, amargura, agresividad, insatisfacción y ansiedad.

La depresión común de la menopausia tiene usualmente esta raíz, pero como su recuerdo es intolerable, se niega y no se llega a mencionar en la terapia. Y es aquello de lo que no se puede hablar precisamente, lo que más afecta.