Posesión demoníaca o telekinesis
Todos los días escuchamos sobre casos extraños de personas que parecen sufrir un ataque de posesión demoníaca. Los síntomas pueden ser diversos y en este caso en particular que voy a relatar, se relaciona con el poder de telekinesis.
Tuve la oportunidad, hace unos años, de ser testigo de un fenómeno que a muchos les parecería que se podría circunscribir dentro del marco de este modo de manifestación.
Cierto día, se presentó a una entrevista un señor ya mayor, que tenía un problema con un nieto de 6 años que vivía en forma temporal con él y su esposa.
El niño tenía a sus padres pero éstos, que eran profesionales exitosos, estaban ocupados durante toda la semana y habitualmente hacían largos viajes, dejando a su hijo con los abuelos.
Algunos fines de semana, en las raras ocasiones que se encontraban en el país, retiraban al niño y lo llevaban con ellos hasta el próximo lunes.
El problema se planteó cuando los abuelos se dieron cuenta que durante la noche su nieto salía del departamento y se escapaba a la calle. Pero lo más extraño era que aunque cerraban cuidadosamente la puerta con llave, el pequeño lograba igualmente abrirla, desapareciendo rápidamente detrás de ella.
Después de investigar, pudieron comprobar que tenía el poder de abrir la cerradura sin la llave.
Como les era imposible controlar esta situación, hablaron con sus padres, quienes postergaron su viaje y se llevaron al niño a su casa.
Pasaron unos días, y como no ocurrió ningún otro fenómeno extraño, resolvieron llevarlo nuevamente al domicilio de sus abuelos para continuar con sus planes.
Ni bien se retiraron los padres, los muebles de la sala comenzaron a desplazarse y un enorme modular cargado de cristalería y vajilla cayó estrepitosamente al piso.
Aprovechando la confusión, el niño se deslizó hacia la puerta que estaba cerrada con llave, la abrió a su modo y volvió a escaparse como lo hacía habitualmente.
El motivo de la visita del abuelo a la consulta, era saber mi opinión como psicóloga sobre la posibilidad de una posesión demoníaca, ya que por el momento la situación estaba controlada, porque los padres del niño se habían hecho cargo del asunto, llevándoselo en forma definitiva; no habiéndose vuelto a repetir estos episodios desde entonces.
Le aclaré que la llamada posesión demoníaca pertenece al ámbito de las creencias y no al de la ciencia, y que se sabe que hay personas con la capacidad de actuar sobre cosas materiales, llegando a mover objetos de lejos (telekinesis), y a mi entender, eso era lo que estaba pasando con este niño.
Era evidente que el estado de gran tensión emocional que sufría, como la ausencia de sus padres, era vivida por él como un abandono y ocasionaba un estado de emoción violenta que desde mi punto de vista era la que provocaba los fenómenos. De ninguna manera estos hechos se debían atribuir a una posesión demoníaca, ya que aunque no son frecuentes, han ocurrido otras veces en situaciones similares, con personas sometidas a un alto nivel de stress emocional.
La mente tiene el poder de la telekinesis, que con el suficiente entrenamiento algunos pueden llegar a desarrollar, pero existen otras formas de manifestarse, en este caso, por medio del desequilibrio emocional de un niño, provocado por la ausencia de sus padres, experimentada por él como un abandono.