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Psicología del amor

Publicado por Malena

El Taj Mahal, mausoleo construido por el emperador Shah Jahan para su esposa difunta Arjumand Banu BegamEl amor es una emoción que junto a la ira y el miedo forma parte de las emociones básicas humanas.

El amor es instinto de vida, tiende a la unión, a la unidad de lo femenino y lo masculino, es una fuerza poderosa que mantiene la cohesión.

El amor materno es el primero y fundamental y es el que va a establecer el patrón de comportamiento para las relaciones amorosas adultas.

El amor es la esperanza de la humanidad, especie que se encuentra en peligro de extinción más por desamor que por contaminación. Es el principio de la vida, posibilita el crecimiento y desarrollo normal de un ser humano y es el que permite su independencia.

Investigaciones realizadas con niños internados en orfanatos desde su nacimiento, demostraron que la atención de las necesidades alimenticias no era suficiente para su supervivencia. Después de poco tiempo, muchos de ellos dejaban de comer y morían en un estado de depresión y apatía extrema.

Las relaciones humanas siempre son ambivalentes, el amor y el odio coexisten y se manifiestan en algún momento de alguna forma.

El amor de pareja es respeto, aceptación, diferenciación yo-no yo. El otro no es la prolongación de uno sino otro separado.

En el amor apasionado se ama porque se necesita al otro, en el amor verdadero se necesita al otro porque se ama.

Más que un sentimiento hacia alguien es una cualidad que permite comunicarse con todos los otros en forma comprensiva y considerada, entendiéndolos.

El amor es desinterés, no especula, no negocia ni saca ventajas, y el amor más importante es el amor propio. Se comienza por amarse a uno mismo para poder amar a otro y el otro es el primer paso hacia Dios.

El amor propio es el respeto por uno mismo mientras que el egoísta utiliza a los otros para su propio beneficio.

Dice San Agustín: “Ama y haz tu voluntad”. Parecería una contradicción. ¿Cómo hacer la propia voluntad sin comprometer la relación con el otro?

El otro está dentro de mi, lo considero, lo tengo en cuenta, no lo dejo de lado para hacer mi voluntad. Participa porque elijo estar con él, amarlo y que me ame, y si se opone a mi crecimiento tengo que convencerlo con mi férrea convicción y mi coherencia interna.

Un cuento para pensar

Sangre y arena

Ramón Paredes era huérfano de nacimiento. Había tenido algunas madres sustitutas ocasionales que no le duraron mucho, y de esa manera, un poco porque la vida ayuda a los desvalidos y otro porque era fuerte como un roble, fue creciendo en el campo a fuerza de sufrimientos y golpes.

Se había convertido en un hombre de a caballo, con el cuchillo siempre listo en la cintura para resolver cuestiones de hombres.

Se decía en el pueblo, que había alguien que lo estaba buscando para escarmentarlo y él lo sabía, pero no tenía miedo.

Ese domingo, el adivino del circo lo vio sentado en las gradas y sin dudar lo señaló con el dedo. Tuvo que salir al ruedo porque eso era lo que se hacía.

Se acomodó en una silla cara a cara con el brujo y lo miró con una sonrisa que más bien parecía una mueca burlona. El otro se le quedó mirando a los ojos y vio en ellos el odio y la muerte.

Le advirtió que era posible que se encontrara a la vuelta de la esquina con “la guadaña”, que es la que no perdona, pero él se encogió de hombros y se levantó para irse, sin antes decirle que nadie le había ganado nunca una pelea.

Pero no llegó muy lejos, porque el lanzador de cuchillos lo atravesó de lado a lado, dejándolo tirado en la arena como un trapo.

El público que no sabía, aplaudió la escena.